TERUEL

El concurso público para explotar el aeropuerto de Caudé queda desierto

Ni siquiera la empresa López Soriano, que se mostró interesada, presentó una oferta.

El concurso convocado para la explotación del aeropuerto-aeródromo de Caudé ha quedado desierto. Ni siquiera presentó oferta la empresa de reciclado López Soriano, que en 2004 firmó un protocolo de intenciones con la DGA y el Ayuntamiento de Teruel para crear una planta de mantenimiento y desguace de aviones en el futuro campo de aviación turolense.


La DGA planificó el aeropuerto con las miras puestas a su explotación por López Soriano y, solo en un segundo plano, se contempla la opción de ampliar los usos para la realización de vuelos de pasajeros o mercancías. Sin embargo, el concurso pone en entredicho estas previsiones. A la hora de redactar las bases se tuvieron en cuenta los criterios de la empresa que se perfilaba como principal aspirante. Así, el plazo de concesión se alargó de los 25 años previstos inicialmente a 40.


El director general de Transportes del Gobierno aragonés, Simón Casas, advirtió cuando la explotación del aeródromo salió a licitación que, en caso de que quedara desierta -como ha ocurrido-, la DGA debería "replantearse" el futuro del proyecto y, si sigue adelante, con qué expectativas de utilización. Matizó entonces que desde el Gobierno aragonés existe la voluntad "política" de dotar a la ciudad de un aeropuerto.


Un portavoz de la Consejería de Obras Públicas restó ayer importancia al contratiempo generado por el desinterés en la explotación del aeropuerto. La misma fuente apuntó la posibilidad de que el canon anual fijado en el concurso, 1.064.508 euros, pueda resultar demasiado elevado para garantizar la rentabilidad de la planta de mantenimiento y reciclado de aviones, que sigue como la única opción para el aprovechamiento del aeropuerto.


Un contratiempo


El alcalde, Miguel Ferrer, admitió que el concurso desierto es un "contratiempo" para que Teruel disponga de un aeropuerto, pero señaló que este proyecto, al igual que la planta de López Soriano, seguirán adelante, "aunque, quizá, con un retraso". Ferrer añadió que un procedimiento negociado con la empresa de reciclado podría resolver la explotación del aeródromo "porque me consta el interés por las dos partes -la Administración y la empresa- por seguir adelante con los planes iniciales".


El proyecto empresarial de López Soriano contemplaba la creación de un centenar de puestos de trabajo directos en labores de estacionamiento, mantenimiento y desguace de aeronaves.


Aunque, debido al elevado importe de la operación, el concurso para la gestión del aeropuerto de Teruel se publicó en el boletín oficial de la Unión Europea (UE), no se ha producido ninguna oferta en el plazo límite establecido, que terminó el 15 de abril.


Respecto al camino a seguir para conseguir que López Soriano u otra empresa asuma la explotación, desde la Consejería de Obras Públicas señalaron que se trata de una decisión que corresponderá conjuntamente a la DGA y al Ayuntamiento a través del Consorcio Aeropuerto de Caudé. Un portavoz del Gobierno aragonés apuntó que existen opciones para conseguir una empresa gestora, como la revisión a la baja del canon de explotación para convocar un nuevo concurso o abrir un procedimiento negociado con los potenciales interesados. Desde la Consejería de Obras Públicas, aseguraron que, a pesar del frenazo a los planes de explotación, el proceso de licitación de las obras del aeropuerto -se publicó el pasado 14 de marzo en el boletín oficial de la UE- sigue adelante.


El proyecto prevé la construcción de una pista de aterrizaje de 2,8 kilómetros de largo y 60 metros de ancho, una zona industrial aneja de 33 hectáreas y una campa con capacidad para 200 aviones. La obra salió a concurso por 52 millones de euros, financiados con cargo al Fondo de Inversiones. El plazo de presentación de ofertas concluye a principios del mes de mayo y la duración de los trabajos se estima en 16 meses.


En conjunto, las instalaciones aeroportuarias se extenderán por 350 hectáreas, la mayoría de ellas cedidas por el Ayuntamiento y pertenecientes al antiguo campo de tiro aéreo de Caudé, vendido por Defensa al Consistorio en 2005 por 600.000 euros.


Además del uso industrial como destino prioritario -la planta de mantenimiento y desguace de aviones-, el vicepresidente aragonés, José Ángel Biel, se muestra partidario de utilizar el campo de aviación para vuelos de pasajeros. Con este fin se creó la sociedad Teruel Aviación, participada por la DGA y con la presencia de empresas de la provincia.