TERUEL

Dinópolis abrirá un centro en Albarracín con una réplica de reptil marino en el tejado

La reproducción del animal del Jurásico, de 24 metros de longitud, supone un importante reclamo turístico.

"Mar Nummus". Así se denomina la nueva sede que Dinópolis va a abrir en Albarracín en los próximos días y cuyo aspecto será el más llamativo de todos los centros paleontológicos que se han construido en la provincia.


Un edificio de hormigón de estructura semicónica y con una réplica de un reptil marino de 24 metros de longitud en el tejado, como impactante reclamo, dará la bienvenida a los visitantes en las proximidades del barrio del Arrabal, en el paraje llamado "Casa grande". Esta nueva sede de Dinópolis, que se dedicará a mostrar los fósiles marinos del Jurásico, llamará poderosamente la atención de los turistas que se dirijan al paisaje protegido del Rodeno, por tratarse del paso obligado para adentrarse en ese espacio de gran valor natural, que se encuentra justo en el límite de la parcela.


La reproducción del Liopleurodon -como así se llama el dinosaurio marino-, que parecerá acechar desde las alturas a cualquier ser viviente, se ha diseñado con material especial, según fuentes del Instituto Aragonés de Fomento, IAF, de manera que pueda soportar la intemperie sin sufrir daños. Si se ha optado por reproducir el reptil es porque fue el mayor depredador acuático que vivió hace 150 millones de años, cuando la Sierra de Albarracín se encontraba cubierta por el mar de Tethis.


La especie, cuya boca solía medir 3 metros de longitud y sus dientes el doble de los del Tiranoausrus Rex, se parecía ligeramente a las ballenas actuales y es el carnívoro más grande que ha existido. Se cree que era el rey de los mares en tiempos prehistóricos.


Alrededor de la vida acuática del Jurásico girará la nueva sede de Albarracín, zona paleontológica especialmente prolífica en la aparición de restos fósiles marinos. El edificio de 274 metros cuadrados de superficie contará con una sala de exposiciones, como espacio principal. En sus vitrinas se mostrarán especies que poblaron la sierra de Albarracín cuando las aguas lo cubrían todo y cuyos restos fósiles se han localizado en yacimientos de la comarca.


Habrá fósiles de cocodrilos, esponjas, gasterópodos, bivalvos y diversas especies de amonites, entre ellas una variedad única encontrada en Albarracín y a la que la localidad ha dado su nombre: Albarracinites Albarracinenses.


En la parte exterior del edificio, que se levanta en una parcela de 5.000 metros cuadrados de superficie, se ha habilitado una zona de juegos infantiles y un aparcamiento.


Fuentes de Departamento de Industria señalaron que la apertura de esta nueva sede de Dinópolis es inminente. Tan sólo falta por concluir el asfaltado del camino de acceso, proyecto en el que actualmente se trabaja.


Nuevo aliciente para el pueblo


En Albarracín esperan con impaciencia la apertura de este espacio museístico, del que llevan oyendo desde que se inauguró Dinópolis en la capital, hace ya siete años.


El concejal de Cultura del Ayuntamiento, Carlos Soriano, considera que la sede paleontológica supondrá un nuevo aliciente para el pueblo y la posibilidad de "impulsar una zona en expansión, como es el camino de Gea".


Carlos Soriano reconoce que Albarracín se ha consolidado hace tiempo como uno de los principales focos turísticos de la provincia, pero sostiene que la nueva sede de Dinópolis servirá como "como complemento a las actividades ya establecidas, y permitirá y favorecerá el asentamiento del turismo". Reclama, por esta razón, más ayudas insticionales para incrementar y ofrecer una mayor calidad de servicios municipales. El concejal admitió que el diseño del nuevo centro paleontológico resulta de gran impacto visual. Explicó, no obstante, que se estudiará la posibilidad de minimizarlo.