Renuevan 17 kilómetros de tuberías del Canal Calanda-Alcañiz para acabar con las averías

La actuación, con un coste de tres millones de euros, ha sido acordada entre la DGA, los regantes y dos empresas.

Un tramo del Canal Calanda-Alcañiz, que riega en su totalidad en torno a 4.000 hectáreas.
Un tramo del Canal Calanda-Alcañiz, que riega en su totalidad en torno a 4.000 hectáreas.
Tomás Santos

Un acuerdo entre el Gobierno de Aragón, la empresa pública Sarga, la Unión Temporal de Empresas (UTE) Constructora Obras Especiales y la Comunidad de Regantes del Canal Calanda-Alcañiz ha permitido poner en marcha las obras de mejora de esta infraestructura de riego que beneficia a 4.000 hectáreas de ambos términos municipales.

Los trabajos consisten esencialmente en la sustitución de 17 kilómetros de tuberías del canal de regadío que han sufrido deterioro y presentan averías. El primer tercio de la intervención ya está concluido y el Boletín Oficial de Aragón (BOA) acaba de publicar la adenda al convenio que da fe de esas obras, que se han desarrollado en el último año y medio.

Como explica el presidente de los regantes del Canal Calanda-Alcañiz, José Miguel Ayuda, en este periodo se han renovado ya más de la mitad de las tuberías señaladas, lo que supone unos nueve kilómetros de conducto ya renovado que han hecho que las averías de esta infraestructura se hayan reducido prácticamente a la mitad. La zona mejorada constituye el sector del canal más cercano al núcleo alcañizano de Puigmoreno.

Allí, en el costado noroeste de la zona regable de este canal, en el entorno de El Regallo, se han centrado estas primeras sustituciones de tubería, que desde hacía casi diez años venían siendo objeto de las quejas del centenar largo de regantes que trabajan en este área. "El hecho de que estemos reduciendo significativamente las averías -explica José Miguel Ayuda- es fundamental para la propia gestión y buen uso del agua".

El portavoz de los regantes destaca que, sobre todo, la mejora del canal "elimina la incertidumbre en la actividad cotidiana del regadío". Recuerda Ayuda que las infraestructuras de riego funcionan mediante una planificación medida milimétricamente, día a día, en la que se suministra el agua precisa, ni un litro más ni uno menos, para las necesidades hídricas de los cultivos de los regantes.

"Cada vez que teníamos una avería, se iba al traste toda esta planificación, dejábamos de cumplir con ese plan", explica Ayuda, quien subraya que las consecuencias del problema eran la pérdida de plantas, cosechas y actividad en la explotación agrícola. "Era fundamental dar comienzo a estos trabajos", añade el portavoz de los regantes.

La red del Canal Calanda-Alcañiz está compuesta por alrededor de 28 kilómetros de tuberías, de los cuales se van a sustituir en el plazo de cinco años un total de 17 kilómetros, conformados por materiales de poliéster reforzado de fibra de vidrio (PRFV) o policloruro de vinilo (PVC). Ya está sustituida más de la mitad de esta red en el primer tercio del proyecto y los trabajos se van a trasladar al entorno de la ermita de San Miguel, algo más al sur, en paralelo a la carretera provincial TE-1336 que va de Alcañiz a Andorra. "La zona está cerca de las balsas de captación", explica Ayuda, lo que todavía reforzará más la reducción de averías y fugas.

La mitad de las 4.000 hectáreas que configuran la superficie de riego alimentada por el Canal Calanda-Alcañiz están incluidas en estas obras. Han comenzado también los trabajos para solicitar a la Confederación Hidrográfica del Ebro la reserva de agua correspondiente a la ampliación de estos regadíos hasta duplicar la superficie regable actual en la zona.

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