El caudal de entrada al Arquillo pasa en un mes de la normalidad a la alerta

La CHJ no prevé restricciones por el buen nivel del pantano, pero el aforo del río es solo un tercio del que era hace un año.

El caudal de entrada del río Guadalaviar en el pantano del Arquillo ha entrado en alerta por sequía.
El caudal de entrada del río Guadalaviar en el pantano del Arquillo ha entrado en alerta por sequía.
A. G./B.

La situación de sequía avanza también en Teruel, a pesar del buen estado relativo del pantano del Arquillo, que suministra agua a la ciudad. En el último mes dos indicadores de sequía manejados por la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) han empeorado sensiblemente en el entorno de la capital turolense. El caudal de entrada del río Guadalaviar en la presa de San Blas ha pasado de un nivel 0,51 –en una escala de 0 a 1–, considerado como "normalidad", a un indicador de 0,29, con lo que pasa a estar considerado en "alerta", solo un escalón por debajo del máximo nivel de sequía, el de "emergencia".

En el último año, el caudal de entrada de agua en el pantano del Arquillo ha pasado de 1,5 metros cúbicos por segundo a 0,54. En un mes el indicador de sequía ha descendido dos escalones en cuanto a nivel de sequía, pasando de normalidad a alerta -con el paso intermedio por prealerta-.

Una fuente de la CHJ aclaró, no obstante, que la situación en el alto Turia -que incluye a Teruel- se mantiene dentro la normalidad. La pieza clave de esta zona, el pantano del Arquillo, almacena 16,7 hectómetros cúbicos y está al 79% de su capacidad, 21 hectómetros cúbicos. Su indicador de sequía esta al 0,50, al borde la prealerta, que se alcanza al caer por debajo del 0,5. Este indicador refleja la situación actual respecto a la media histórica de cada punto de referencia.

Desde la CHJ resaltan la normalidad en cuanto al agua embalsada en el Arquillo y "no es esperable que cambie a corto plazo". Señalan que en la última comisión de desembalse del pantano, celebrada el pasado mes de abril "no se acordaron restricciones" en los usos dependientes de la presa.

Un regante de Gea de Albarracín, la última localidad del Guadalaviar aguas arriba del Arquillo, explicó ayer que, por el momento, no han tenido que aplicar restricciones de riego. Aclaró, no obstante, que el caudal del río "ha bajado mucho" y que los agricultores tienen que aprovechar al máximo el agua para evitar pérdidas.

Otro indice que en el último mes ha descendido por debajo de la normalidad en el ámbito de la CHJ más cercano a Teruel es el del caudal del río Alfambra en Villalba Alta, que ha pasado de un indicador 0,57 a 0,45, con lo cual entra en "alerta". Una fuente del organismo de cuenca señaló que "como en el Alfambra se han observado caudales circulantes bajos la CHJ ha tenido que recordar a los usuarios del río la necesidad de respetar los caudales ecológicos mínimos, debiendo cesar las derivaciones en su caso".

Recientemente, los regantes del Alfambra alertaron en la reunión celebrada en esta localidad con el presidente de la CHJ, Miguel Polo, de que no pueden regar sus cultivos debido al descenso del caudal por debajo del mínimo ecológico. El problema afecta a unos 200 propietarios de huertas en torno al río, sin ningún tipo de regulación.

Las restricciones han empezado con la suspensión del riego de choperas y está en riesgo el cereal de regadío. Los regantes plantearon al presidente del la CHJ la posibilidad de recuperar el proyecto del pantano de Los Alcamines, en el Alfambra. Polo se mostró receptivo ante la posibilidad de proyectar una obra de regulación más modesta.

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