Con solo mil vecinos, pero con 400.000 visitantes al año, Albarracín dispone ya de su primera sede de la Policía Local. Las instalaciones, financiadas por el Fondo de Inversiones de Teruel, el Fite, y el Ayuntamiento, cuentan con uno de los mayores sistemas de videovigilancia de la provincia, que con un total de 21 cámaras de seguridad es equiparable al que existe en la capital turolense. Alcañiz, la segunda población en habitantes, solo tiene una, en la estación de autobuses.

El alcalde de Albarracín, Michel Villalta, que este lunes ha presentado públicamente la sede policial, ha justificado la cifra de videocámaras repartidas por el municipio y conectadas a la comisaría por la necesidad de proteger del vandalismo el conjunto histórico, al que definió como "el principal motor económico de la comarca". Quince de estos dispositivos están distribuidos por el casco antiguo, donde se encuentran todos los monumentos arquitectónicos, y otros seis en las zonas de estacionamiento y los accesos al núcleo urbano.

Javier Escriche

Villalta ha destacado que el sistema de videovigilancia tiene un carácter principalmente "disuasorio", pues su objetivo es desanimar a potenciales agresores del patrimonio a que lleven a cabo cualquier daño. El alcalde de Albarracín añadió que al único policía local que por ahora trabaja en las instalaciones se unirá pronto, en cuanto finalice el proceso selectivo en marcha, un segundo agente.

En la inauguración de la comisaría ha participado la consejera de Presidencia del Gobierno aragonés, Mayte Pérez, quien ha resaltado el "liderazgo" de Albarracín en la puesta en marcha "de un proyecto único de seguridad, muy importante para el estado del bienestar". Resaltó que en esta legislatura la localidad ha recibido 800.000 euros del Fite en dos convocatorias, una de ellas para habilitar la sede de la Policía Local, con un coste de 180.000 euros de los que 60.000 han venido del Consistorio.

El subdelegado del Gobierno en Teruel, José Ramón Morro, ha afirmado que la videovigilancia es "fundamental" en el ámbito rural para ayudar a garantizar la seguridad y dar tranquilidad a los vecinos, sobre todo a los de mayor edad, así como para contribuir al esclarecimiento de delitos. Por ello, en muchos pueblos de Teruel se han instalado del orden de dos o tres cámaras en cada uno de ellos. Morro se ha mostrado partidario de que el Fite financie estos equipamientos allí donde suponen una carga económica importante.