La leyenda amorosa prende en Teruel, que vuelve al Medievo

Cientos de turolenses y visitantes han disfrutado la noche de este jueves de las primeras escenas de la recreación de la leyenda de los Amantes, que han tenido lugar en el atrio de la Catedral y han girado en torno al anuncio de la boda de Isabel de Segura con el Señor de Azagra. Ha sido un anticipo de los actos que se celebrarán este viernes, y que, ayudados por el buen tiempo y la vuelta a la normalidad tras más de dos años de pandemia, se espera que resulten multitudinarios.

El público ha podido ver a la protagonista de la historia, Isabel de Segura –a la que da vida la joven actriz Sandra Grijalba–, sufriendo por el casamiento que su padre ha acordado para ella sin su consentimiento y lamentando no poder esperar por más tiempo la llegada de su amado, Diego de Marcilla. Un clima de magia y amor ha envuelto a los asistentes desde el primer momento, quienes han aplaudido calurosamente la representación.

Antonio García/Bykofoto

La escena ha comenzado con música muy medieval, a base del sonido de flautas, timbales y panderetas. Una voz ha anunciado por megafonía que se iniciaba un viaje a través del tiempo y el amor. A continuación, los miembros del Concejo de Teruel -hombres y mujeres de las familias más poderosas de la ciudad- han intentado organizar la celebración para la llegada del rey Jaime I, un debate que ha desembocado en el anuncio de la muerte de Diego de Marcilla y, por tanto, de los inmediatos esponsales entre Isabel de Segura y Don Pedro de Azagra, que tendrán lugar mañana.

El diálogo entre los próceres de Teruel ha sido roto abruptamente por el llanto de Isabel, que desde el balcón de su casa ha expresado su deseo de esperar a Diego todo el tiempo pactado, es decir, un día más de lo que su padre ha decidido. La joven expresa su convencimiento de que su amado no ha muerto y regresará el día convenido, pero los argumentos de su progenitor la llevan a reconocer, con resignación, que sus palabras valen menos que las de un hombre.

Teruel vuelve al Medievo con el inicio de las leyenda de los Amantes

Las jaimas, lugar para degustar manjares

Durante todo el día, la ciudad ha ido transformándose en una villa medieval del siglo XIII, donde la tradición sitúa el acontecer de la trágica historia de amor de Isabel y Diego. La representación de este drama por las calles de Teruel, que alcanza este año su edición número 27, ha convertido a febrero en temporada alta para hoteles y restaurantes.

En el centro de Teruel se han levantado 150 jaimas que representan a grupos sociales o profesionales del Medievo. Estas tiendas son punto de reunión de amigos, como explican José Antonio Pérez y José Ramón Saliente, del gremio de los ‘ungüentari’ o perfumistas, que junto a otros 25 socios piensan consumir allí estos días un cordero, un jamón, 20 kilos de naranjas y diez litros de vino, entre otros manjares. Un gran mercado medieval por las calles, con 240 puestos, completa la ambientación.