Una nueva edición de la Universidad de Verano de Teruel (UVT), la número 39, inicia su andadura y lo hace con un cartel diseñado por una alumna de la titulación de Bellas Artes implantada en el campus turolense, Iris Roche.

La autora de la imagen, una estudiante de Zaragoza, ha plasmado en su obra algunos de los tejados más representativos del casco histórico turolense, como son los que aparecen ante los ojos del espectador desde la Logia del Museo Provincial de Teruel: el de la Casa de la Marquesa, la Catedral y las viviendas más próximas.

"Subí corriendo con mi cámara a mediodía, aprovechando un momento antes de que cerraran la Logia", ha recordado. "A partir de la fotografía, hice un dibujo de trazado a línea y le añadí acuarela de color", ha explicado.

Por este trabajo, Iris Roche ha recibido un premio de 450 euros, pero a la estudiante de diseño lo que mas le ha ilusionado, según ha confesado este miércoles, es que su obra sirva para anunciar los 34 cursos que integran el programa, con el que la Universidad de Verano de Teruel quiere convertirse en una herramienta contra la despoblación.

Su cartel, seleccionado de entre una veintena de propuestas, viajará hasta las universidades de todas las comunidades autónomas, pues de ellas proceden los alumnos de la UVT. El coordinador de Bellas Artes, Alfonso Burgos, que ha acompañado a la ganadora del certamen, ha agradecido a la UVT la "oportunidad" de dar a conocer "el talento" de los estudiantes de esta facultad.

Alfonso Blesa, director de la Fundación Antonio Gargallo que cada año organiza una nueva edición de la Universidad de Verano de Teruel, ha resaltado el papel de la UVT como elemento dinamizador del territorio y cooperador en la batalla contra la despoblación. Uno de sus cursos, 'Conventos y monasterios aragoneses. Un patrimonio por descubrir' alcanza su segunda edición con el objetivo de llamar la atención sobre el valor de los edificios habitados por religiosos como reclamo turístico.

El programa de la UVT para 2023 incluye al más veterano de los cursos, el de geología, que cumple 55 años. La aeronáutica, la paleontología, la astrofísica y la truficultura son otras materias presentes en la UVT por su rentable vinculación a la economía turolense. 

Entre las novedades, un curso sobre el chopo cabecero en el valle del río Alfambra y otro sobre hostelería. La ornitología, la botánica y la talla del alabastro están también presentes en el programa, que arranca este mes de febrero y acabará el próximo mes de octubre.

Con más de 200 profesores, casi mil alumnos y un presupuesto que ronda los 100.000 euros, la UVT quiere llegar a todo el territorio turolense. Por ello, cada curso se imparte allí donde los conocimientos están más arraigados. Es el caso de las jornadas sobre paleontología, que se celebran en El Castellar; las de alabastro, que se desarrollan en Albalate del Arzobispo; o las dedicadas a la astrofísica, convocadas en Javalambre.

Javier Remón, de Caja Rural, que ha sido el portavoz del patronato que sustenta la Fundación Gargallo, ha destacado la importancia de la UVT como elemento educativo y, por tanto, su perfecto encaje entre los objetivos de la entidad financiera. Ha afirmado, además, que 39 ediciones han servido para "poner en el mapa" a Teruel.