Teruel

El mercado de pisos de alquiler en la capital turolense, agotado

Apenas queda una docena de viviendas disponibles, lo que complica la labor de encontrar una casa para los recién llegados

Inmobiliaria Llorente en Teruel. Foto Antonio Garcia/bykofoto. 16/11/22[[[FOTOGRAFOS]]]
José Lorente retoca el escaparate de su empresa inmobiliaria.
Antonio García/Bykofoto

Encontrar un piso de alquiler en la capital turolense se ha convertido en los dos últimos años en una tarea casi imposible. La llegada de trabajadores a nuevas empresas e instituciones y las cada vez más exigentes condiciones de los propietarios a la hora de elegir inquilino han reducido el mercado hasta prácticamente agotarlo.

Según advierte el gerente de una de las inmobiliarias con más antigüedad en Teruel, José Lorente, en toda la capital provincial quedan apenas 12 pisos disponibles para alquilar, una cifra que para una población de 36.000 habitantes "no es nada". "Hace solo unos días me llamó una empresa que buscaba casas grandes o pisos para sus trabajadores y no pude darle una solución", lamenta.

Lorente subraya que en los 30 años que lleva trabajando en el sector no recuerda "una escasez de viviendas en arrendamiento tan grave como la que hay ahora". "Siempre ha habido problemas para encontrar piso en Teruel, pero como actualmente, nunca", remacha.

El crecimiento del aeropuerto, cuyas empresas allí instaladas suman 400 empleos, y del Centro de Estudios de Física del Cosmos de Aragón (Cefca) –gestiona el Observatorio de Javalambre–, con casi 60 personas entre astrónomos, investigadores, ingenieros y operadores de telescopios, se ha notado en el mercado inmobiliario, pues muchos de sus empleados han venido de fuera.

Lorente explica que también la llegada de médicos y enfermeros al hospital Obispo Polanco, así como de guardias civiles y policías nacionales –algunos en prácticas con una rotación de seis meses–, ha tenido su efecto en el alquiler de pisos. Añade que entre un 5% y un 8% de las viviendas que podrían arrendarse en Teruel están cerradas, al elegir sus propietarios esta opción ante el temor de que el inmueble sufra deterioro o que el inquilino, afectado por la crisis económica actual, no pague.

Para José Manuel Pérez, gerente de una empresa de alquiler de pisos, "el parón en la construcción, motivado en parte por una normativa cada vez más compleja", también recorta el mercado de alquiler. Igualmente, la proliferación de Viviendas de Uso Turístico (VUT) ante el constante aumento de visitantes en Teruel limitan, a su juicio, la oferta. Este empresario tiene ocupados sus más de 30 apartamentos y construye otros cinco en la vecina localidad de Cella ante la creciente demanda de este tipo de soluciones habitacionales.

"Nos costó un año encontrar piso"

Karina Rojas, una joven de nacionalidad colombiana que comparte piso con su hermana y una amiga en el barrio de la Fuenfresca, explica que tardaron un año en encontrar vivienda y que finalmente lo lograron porque conocían a un familiar del propietario. "Ahora piden al inquilino que tenga trabajo fijo, que no lleve mascotas y hasta que no tenga hijos", se queja. Estima que la oferta en la ciudad "es insuficiente y en muchos casos no hay calefacción y los muebles son viejos". 

El resultado de esta situación es un aumento del precio del alquiler, que llega a alcanzar los 800 euros al mes en pisos de la zona del Campus universitario arrendados a estudiantes por habitaciones. "Son costes de una gran ciudad, nunca vistos antes en Teruel", dice Lorente.

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