Teruel
Una tromba de agua inunda garajes en Teruel y convierte el Viaducto en una cascada
En algunos puntos de la ciudad se registraron 27 litros por metro cuadrado en apenas diez minutos
Una tromba de agua que en algunos lugares llegó a dejar 27 litros por metro cuadrado en solo diez minutos inundó anoche una decena de garajes de viviendas del barrio de San Julián de Teruel y convirtió el Viaducto Viejo o de Fernando Hué en una cascada.
La tormenta comenzó pasadas las 23 horas de este martes y se prolongó hasta las 2.00 de este miércoles. No obstante, las mayores precipitaciones se registraron en torno a la media noche, cuando los bomberos de la Diputación Provincial recibieron seis avisos por inundaciones de garajes y plantas bajas de edificios.
El equipo de bomberos solo realizó dos intervenciones puesto que, en el resto de las casas desde las que fue reclamada su ayuda, las acumulaciones de agua no eran suficientes para que funcionara la bomba de achique con la que trabajan desde el servicio, al no alcanzar los cinco centímetros de altura. Los bomberos han actuado igualmente la mañana de este miércoles para retirar el agua acumulada en el hueco del ascensor de un edificio y en el paso bajo la vía del tren de la zona de La Moratilla, donde al menos dos vehículos han quedado atrapados por el barro, sin que se hayan producido daños personales.
Carmen Serén es una de las vecinas del barrio de San Julián de Teruel que ha tenido que achicar el agua de su casa. Según explica, la lluvia fue tan fuerte que le entró por las dos puertas que tiene su vivienda, anegando el comedor y el pasillo. "Coloqué mantas por el suelo para evitar el paso del agua, pero no fue suficiente", explica mientras retira el barro de su garaje.
A su juicio, el insuficiente tamaño de los desagües de la calle, unido a que "no se limpian con la frecuencia debida", habrían aumentado los efectos negativos de la tormenta. "En la calle, el nivel del agua ha alcanzado esta noche los 40 centímetros", asegura.
Alfredo Colás, fraile de la Iglesia de los Franciscanos de Teruel, se afanaba este miércoles en recoger el agua que ha entrado al templo y que ha inundado la mitad de la nave central y tres capillas. Ante esta situación, la Misa de esta tarde ha quedado suspendida.
Carolina Martínez, que vive muy cerca del Viaducto Viejo, se asomó anoche a la ventana alarmada por el fuerte ruido que producía la lluvia en el exterior. Lo que vio la sorprendió mucho, pues en los tres años que lleva viviendo en Teruel no había contemplado este puente peatonal convertido en un río que se precipitaba por ambos lados como si fuera una catarata. Carolina no dudó en captar con la cámara de vídeo de su teléfono móvil el momento.
