Teruel

El Maestrazgo se consolida como una ruta motera de gran éxito durante todo el año

Grupos de entre 15 y 20 personas con motos Harley recorren a diario ‘The Silent Route’ entre curvas y pueblos con historia

Moteros recorriendo ‘The Silent Route’ entre las localidades de Gargallo y Cantavieja.
Moteros recorriendo ‘The Silent Route’ entre las localidades de Gargallo y Cantavieja.
Laura Uranga

‘The Silent Route’ atrae cada vez a más turistas, especialmente moteros, a vivir una experiencia única de "conducción lenta" en conexión con la naturaleza. Este es el nombre que reciben los 63 kilómetros de la A-1702 que transcurren por las comarcas del Maestrazgo y Andorra-Sierra de Arcos. Entre las numerosas curvas se esconden parajes y pueblos con "gran historia", como Cuarto Pelado, Cañada de Benatanduz, Villarluengo o Ejulve, según el presidente de la Comarca del Maestrazgo, Roberto Rabaza.

En 2016 se puso en marcha este recorrido y desde ese momento se han creado espacios complementarios que muestran la esencia de su historia –el autobús ‘El Caimán’ o la fábrica de papel–. "Desde que empezamos a compartir información, ya eran muchos los que se acercaban tanto en motos, bicis o autocaravanas", afirmó Rabaza.

El tiempo pasa y con ello el número de visitantes aumenta. Los pueblos ven cómo sus calles reciben cada día a más ruteros. "Se ven motos cualquier día de la semana y en el caso de Tronchón nunca se había visto así el pueblo hasta hace unos pocos meses", afirma Rabaza. Los establecimientos también ganan vida y, en el caso de Ejulve, se decidió "abrir un negocio con motivo de la ruta".

Los turistas no cesan y llegan "durante todo el año", subraya el presidente comarcal. El único periodo en el que descienden las llegadas es en invierno, debido a las inclemencias meteorológicas. Este verano, "el registro de visitas se ha acentuado", indica Rabaza.

El alza de visitantes también lo notan los alojamientos de la zona. Raquel Mallén, propietaria de una casa rural en Cantavieja, punto final de la ruta, destacó que hace ya varios años que notó la llegada de moteros a su casa rural. Añade que "este verano se ha producido un gran aumento de las reservas con un lleno y se espera la misma ocupación para septiembre y octubre por la temporada micológica".

"Se trata de estancias muy cortas, en la mayoría de los casos, es de una sola noche", aclaró Mallén. En la ruta se pueden hacer paradas para disfrutar del silencio y las vistas panorámicas en los miradores. ‘The Silent Route’ es apta para todos los públicos. El perfil más común son parejas y le siguen grupos de cuatro a seis personas, pero hay conjuntos de 15 a 20 integrantes. Se ha convertido en tradición estampar la pegatina identificativa del grupo en las señales que guían el camino. Por ello se plantea poner una señal exclusiva para todas las pegatinas. 

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