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Una tormenta provoca la inundación de los bajos de cinco viviendas en Alcalá de la Selva

Los bomberos achican el agua de las viviendas y el Ayuntamiento busca alojamiento para dos familias que no podrán dormir en sus hogares.

Los bomberos de la DPT achican agua en las viviendas inundadas de Alcalá de la Selva.
Los bomberos de la DPT achican agua en las viviendas inundadas de Alcalá de la Selva.
Heraldo.es

Los bomberos de la Diputación Provincial de Teruel (DPT) achican agua de cinco viviendas de Alcalá de la Selva cuyos bajos han quedado inundados este viernes como consecuencia de una intensa tormenta. La lluvia ha llegado acompañada de granizo de pequeño tamaño, que no ha provocado destrozos. 

La alcaldesa, Amparo Atienza, ha explicado que el Ayuntamiento buscará alojamiento para dos familias -un hombre que vive solo, por un lado, y una madre con su hija, por otro- que, debido a la inundación, no podrán dormir este viernes en sus casas. La colaboración de un hotel cercano que ofrecido su colaboración para albergar a los afectados.

Las laderas cercanas al casco urbano recorridas por regueros de agua con la tormenta.
Las laderas cercanas al casco urbano recorridas por regueros de agua con la tormenta.
Heraldo.es

Atienza ha pedido también la colaboración de la Diputación Provincial y del Gobierno aragonés para despejar las carreteras de acceso a la localidad porque, debido a la tormenta, las calzadas se han llenado de piedras y barro arrastrados por el agua. La alcaldesa ha contactado con el vicepresidente de la DPT, Alberto Izquierdo, que ha manifestado su voluntad de intervenir de inmediato. 

La lluvia y el granizo acumulados durante la tarde de este viernes suman una precipitación de 85 litros por metro cuadrado, según el observatorio de Manuel Sabater. El río Alcalá se ha desbordado inundando huertas e instalaciones municipales cercanas al cauce. Hasta la localidad se han desplazado dos bomberos con un camión procedentes del parque de extinción de Teruel. 

La cascada de Calomarde, espectacular

Las lluvias intensas se han extendido por toda la mitad sur de la provincia. En Calomarde, la cascada del Molino Viejo, que, según el alcalde, Andrés Hernández, estaba "seca" a primera hora de la tarde se ha convertido pocas horas después en una espectacular catarata por la rápida crecida del río Blanco. Hernández ha añadido que la lluvia, que no ha llegado acompañada de granizo, no ha provocado daños.

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