fiestas

El tradicional baile de San Roque vuelve con un lleno en las calles de Calamocha 

Los danzantes, más de 300, han recorrido cerca de cuatro kilómetros en honor al santo en esta primera jornada del dance. 

Los danzantes de San Roque en su ofrenda al santo
Los danzantes de San Roque en su ofrenda al santo
Jorge Escudero

El baile de San Roque, acto principal de las fiestas de Calamocha, ha vuelto después de dos años de parón por la pandemia. Los más de 300 danzantes han madrugado para enfundarse la tradicional faja azul, el cachirulo al cuello y la ropa blanca en este primer y largo día del dance. "Hoy es el día que más pronto comienza y se recorren casi cuatro kilómetros", ha explicado el alcalde, Manuel Rando. A las 9.00 ya esperaban en la Plaza de España, junto al fresco mañanero, la salida del estandarte del patrón para recorrer, durante cuatro horas aproximadamente, algunas calles de la localidad con destino a la Ermita. 

Los bailarines se colocan en dos filas paralelas, encabezadas por "San Roquico" y cierra la imagen de San Roque, ordenados de mayor a menor edad y avanzan con la música para acompañar y ofrecerse a los santos. En los parones se aprovecha para que un "dichero" pueda recitar un poema con tono sarcástico al grito de ¡Viva San Roque!

En el inicio del baile en la Plaza de España, el "dichero" ha recordado a las víctimas de la pandemia y más tarde ha alabado la educación de la juventud del municipio. El alcalde ha explicado que "hay que dejar expresarse libremente como en los inicios de hace 120 años y saber escuchar esas críticas que llegan desde el pueblo".

El origen de este clásico baile de San Roque se remonta a 1885, cuando el cólera afectaba de lleno a la Comarca del Jiloca. La capital calamochina no registró ningún caso y la población asoció la inmunidad a la protección del santo. Para agradecerlo decidieron ofrecerle un baile y más de 130 años después la tradición todavía continúa.

Muchos llevan toda su vida participando en esta celebración y ven como sus descendientes están en el comienzo de la fila. Es el caso de un bailarín con más de 50 años de experiencia, quien ha relatado que "este baile es una sinópsis de la vida, ves a los niños aprender, la fuerza y vigor de la juventud y ya el final con la retirada y despedida de la tradición". Se preparan durante todo el año para estos tres días claves de las fiestas. "Es largo y duro porque se pasan muchas horas bailando, hay que entrenar para tener un mínimo de forma física", ha afirmado.

Los más longevos han visto como la tradición ha ido evolucionando. Conforme se avanza en la fila, el número de mujeres se reduce drásticamente y en la parte final solo hay una. "Las dos primeras mujeres que bailaron al patrón fue a inicios de los 90 y hasta entonces tampoco podían decir dichos", ha reconocido el alcalde. Él mismo ha comentado que fue un cambio rotundo y ahora en el principio de la cola se encuentran más chicas que chicos.

Las calles estaban llenas de vecinos y visitantes de todas las edades, incluso desde los balcones los más mayores animaban a los niños que empiezan con la tradición. "Es uno de los años con mayor afluencia de personas en las fiestas y se nota que tenían ganas", ha recocido Rando. Muchas familias se han reencontrado en Calamocha. "Hemos venido de Zaragoza, Granada y Madrid para dar una sorpresa a mis padres y disfrutar todos juntos en el pueblo después de muchos años", ha confesado una asistente al baile.

Todavía quedan dos oportunidades más para danzar en honor a San Roque, el día 17 de agosto en "San Roquico" y el último día de fiestas, cuando se devuelve a la Ermita hasta el siguiente año. "Lo que hace muchos años fue un digusto para el pueblo porque el cura presentó una imagen más pequeña del santo se ha convertido en uno de los días más esperados", ha contado Manuel Rando sobre el origen de esta segunda festividad. 

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión