Teruel

Los agricultores de Cella, desolados por el daño del pedrisco en el regadío

Los agricultores de Cella, desolados por el daño del pedrisco en el regadío

Fernando Sanz, agricultor de Cella y responsable comarcal de UAGA, muestra el daño que la granizada ha causado en su cultivo de maíz.
Fernando Sanz, agricultor de Cella y responsable comarcal de UAGA, muestra el daño que la granizada ha causado en su cultivo de maíz.
Antonio García/Bykofoto

La tormenta que la tarde de este sábado descargó en Cella una tromba de agua con granizo del tamaño del tapón de una botella de agua ha causado cuantiosos daños en los campos de regadío de la localidad. La granizada no se extendió por todo el término, pero sí arrasó gran parte de la zona conocida como La Vega, donde se concentran los cultivos de maíz, girasol y patatas, por los que muchos profesionales habían apostado este año.

Unos 150 agricultores, la totalidad de los que hay en Cella, se han visto afectados por el temporal, que se prolongó durante una hora y media causando también destrozos en acequias y parques, además de romper canalones y persianas en algunas casas y abollar la chapa de los coches que había aparcados en la calle.

El responsable del sindicato agrario UAGA en la comarca, Fernando Sanz, calculó este domingo que el 70% de las 1.200 hectáreas sembradas de maíz, girasol o patatas en Cella han resultado perjudicadas. La piedra ha agujereado las hojas de las plantas en una fase en la que resultan esenciales para el crecimiento y maduración del fruto. También las mazorcas tiernas y la flor del girasol han sufrido. "El pedrisco lo ha machacado todo. No me lo esperaba", dijo con pesadumbre Sanz mientras mostraba una piña de maíz golpeada por el granizo en una de sus propias parcelas en Cella.

El sindicalista lamentó que los costes de siembra fueron este año "muy elevados", sobre todo los del maíz –120 euros solo en semillas por hectárea–, razón por la que muchos agricultores aumentaron su plantación de girasol –20 euros por hectárea–. Además, era un buen año para el girasol por el precio de venta de las pipas y también para el maíz, "que con el calor y el agua estaba creciendo como nunca". "Pero si no recogemos nada, lo mismo nos da", subrayó Sanz. En total, con abonos, urea, sulfatos y trabajo, el precio de sembrar una hectárea de maíz sumó 1.500 euros 

Otro agricultor, Paco Fuertes, recordó que es la tercera vez en un mes que cae granizo en Cella, si bien las dos anteriores no fueron tan dañinas. "Estamos desolados, el trabajo de todo un año se esfuma ahora que se acercaba el momento de recoger los frutos", afirmó.

Aunque los profesionales del campo en Cella contratan seguro agrario, el presidente del sindicato Asaja en la provincia, José Manuel Cebollada, reclamó "seguros efectivos y reales, que cuando haya una tormenta como la del sábado no tengamos que llevarnos las manos a la cabeza y se indemnice a los agricultores con el 100% de lo que hubieran obtenido".

Las tormentas con granizo, constantes a lo largo de este mes de julio, no abandonaron ayer la provincia de Teruel. En Corbatón, una pedanía de Cosa, en la comarca del Jiloca, cayeron más de 20 litros de agua por metro cuadrado con abundante pedrisco del tamaño de garbanzos. "Los huertos han quedado muy tocados; tomates, acelgas, borrajas, todo se ha estropeado", lamentó un vecino, Juan Antonio Rodríguez. También llovió en El Pobo, Ababuj, Bañón y Allepuz.

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