La caída del Torico, inspiración para los peñistas

Los grupos parodiaron el derrumbe del famoso astado, que la alcaldesa encajó como "algo normal". Imaginativos disfraces desfilaron por la plaza de toros durante la tradicional Merienda vaquillera.

La plaza de toros se llenó de peñistas con disfraces variopintos
La plaza de toros se llenó de peñistas con disfraces variopintos
J. Escudero

Era de esperar y la previsión no falló. Varias fueron las peñas que este domingo eligieron la caída del Torico como objeto de parodia para la tradicional Merienda en la plaza de toros, un acto que congrega a miles de vaquilleros en torno a la degustación del típico ‘regañao’, la suelta de vaquillas y el humor en forma de disfraz y como vía de escape.

Uno de los grupos fabricó en cartón y plástico una fuente del Torico cuya columna, gracias a una bisagra, se inclinaba casi hasta el suelo sin llegar a derrumbarse. Los peñistas, todos vestidos de restauradores menos uno que emulaba a la alcaldesa de Teruel, Emma Buj, acapararon la atención. Hasta se dirigieron desde el albero al palco de la presidencia saludando a la regidora, que correspondió con el mismo gesto y fotografió con su móvil la broma sin perder la sonrisa.

No fueron los únicos. Otra peña vistió a sus socios de albañiles, con casco y chaleco reflectante y un rótulo a sus espaldas en el que se leía, "Emma Buj, nos necesitas". Junto a ellos, los de ‘Nos An Soltao’ fabricaron en corcho una columna con un flamante Torico en su capitel que enarbolaron durante toda la Merienda.

"Todo está dentro de la normalidad", consideró Buj, quien explicó que, al ver las caricaturas sobre el desplome del icono turolense, se acercó a los peñistas para hablar con ellos "en un ambiente de cordialidad". "Algunos, incluso, me han jaleado", destacó la alcaldesa.

La plaza de toros estuvo a rebosar de gente, y eso que solo tuvieron permiso para entrar la mitad de las peñas. Desde hace años, para evitar el colapso del coso taurino, una parte de las asociaciones disfruta de la Merienda y la otra se divierte con actos alternativos en los locales peñistas, invirtiendo el orden a la Vaquilla siguiente.

El albero se convirtió en un desfile de disfraces a cual más imaginativo. Hubo mujeres guerreras, egipcias y hawaianas. No faltaron los clásicos indios, policías y abejas maya, además de bailarinas de balet y picapiedras. Despuntaron por originales unos peñistas vestidos de fichas de dominó y otros que completaban la baraja de cartas española, luchando contra el viento para no ser derribados.

Suelta de vaquillas

A mitad de tarde, el ruedo pasó en un instante del lleno más absoluto al vacío casi total. Fue cuando los organizadores anunciaron mediante el sonido de una sirena que empezaba la suelta de vaquillas. Los astados, uno a uno, saltaron al albero con toda su vitalidad y menos mal que sus cuernos estaban enfundados, porque desde el principio provocaron abundantes revolcones y golpes a los peñistas que se lanzaban a torearlos. Algunas de las cogidas parecían preocupantes, si bien ninguna de ellas revistió mayores consecuencias, según informó el Ayuntamiento al terminar el acto.

El concejal de Cultura, Carlos Méndez, valoró la bravura de las vaquillas, con las que se busca «el divertimento de la gente». Destacó, además, la importancia del homenaje realizado al principio de la Merienda a José Luis Traver, un torero que ha sido director de lidia en la mayoría de los municipios de la Sierra de Albarracín y que ayer se cortó la coleta.    

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