teruel

Andorra sufre pérdidas millonarias por la peor granizada que recuerdan en la localidad

Ayuntamiento y vecinos ya pueden solicitar una ayuda estatal que financia el 50% de los daños, mientras la localidad intenta volver a la normalidad

Un día después de la tormenta, algunas calles de Andorra siguen cubiertas de montones de granizo
Un día después de la tormenta, algunas calles de Andorra siguen cubiertas de montones de granizo
Patricia Buj

La Villa Minera ha comenzado este jueves a peritar las pérdidas causadas por la tormenta de granizo que la tarde del miércoles colapsó la localidad y causó numerosos destrozos en domicilios, comercios y empresas. Las pérdidas por la peor pedregada de las últimas dos décadas son millonarias. Este jueves ha sido el día de las llamadas a los seguros y a empresas para conseguir solucionar todos los problemas que ocasionó la piedra. Lo más inmediato es la reposición de tejados y canaleras en el caso de las casas y de los techos y materiales en las empresas.

Al igual que ocurrió con el tornado de Alcañiz hace poco más de dos semanas, en este caso tanto el Ayuntamiento como vecinos a título individual y comunidades se pueden acoger a una línea de subvenciones abierta por el Gobierno para atender situaciones de emergencia o de naturaleza catastrófica reguladas por el Real Decreto 307/2005 que sufraga el 50% de los daños. El teniente de alcalde, Alejo Galve, confirmó que se acogerán a estas ayudas una vez tengan una valoración.

El párroco de Andorra, David Julián, muestra una de las tejas rotas por la granizada.
El párroco de Andorra, David Julián, muestra una de las tejas rotas por la granizada.
Javier Vílchez

El presidente de la Asociación Empresarial de Andorra-Sierra de Arcos y Bajo Martín, Roberto Miguel, ha explicado que los empresarios tampoco tienen una cuantificación total de los daños, pero todos asumen que las pérdidas son "millonarias". Los destrozos ya no solo suponen un desembolso económico para paliar los desperfectos sino que muchas empresas aún no han podido abrir sus puertas debido a que el agua les destrozó maquinaria o mojó sus existencias. Reponerse les costará días. 

"No volveremos a la normalidad enseguida porque hay que arreglar las lunas de los coches, los cristales de escaparates, techos, reponer las existencias que se han mojado o roto y tramitar los seguros. Ahora que parecía que en Andorra veíamos la luz con los recientes anuncios de empleo, va y damos un paso atrás con la tormenta, pero somos fuertes y resistiremos", afirmó Miguel.

En su caso, calcula que los daños en su empresa, Muebles Miguel, se sitúan en 10.000 euros entre su nave y la tienda. Tiene rotos los lucernarios y graves afecciones en muebles, maderas y sofás listos para entregar a los clientes, cuya entrega ahora debe posponer. "Habrá que pedir paciencia, porque los pedidos no se pueden entregar en estas condiciones", apunta el empresario andorrano.

También hay mucha afluencia en los talleres para arreglar desperfectos de vehículos particulares y de empresas. "Calculamos que el 90% de los coches aparcados en la calle sufrieron algún destrozo", ha apuntado el alcalde, Antonio Amador.

En materia patrimonial, la granizada agravó más la complicada situación de la iglesia parroquial, ya en mal estado desde hace ocho años y que empeoró cuando el temporal Filomena ocasionó un gran agujero en uno de los tejados laterales. Desde hace casi una década su estado no ha hecho más que empeorar debido a la "ineficacia, lentitud y hostil burocracia" de la Comisión Provincial de Patrimonio, según denuncia el párroco, David Julián Rojas. "Acabamos de ver que, con el Torico, la Comisión ha sido ágil, eficaz y de calidad, pero en Andorra no pasa lo mismo", afirmó el sacerdote.

Mazaleón quiere evitar un éxodo poblacional

Mazaleón, también víctima de las tormentas del pasado miércoles, ha celebrado este jueves un pleno extraordinario para pedir ayuda urgente al Gobierno aragonés y a la Diputación de Teruel. 

"Nos enfrentamos a la peor crisis de las últimas décadas. Vamos a necesitar apoyo institucional y pedimos que se sea sensible ante este drama", ha reclamado Rafael Martí, alcalde de la localidad, en la que el miércoles cayeron más de 90 litros por metro cuadrado que causaron cuantiosos daños en el casco urbano, campos y huertos. 

La tormenta se cebó con los cultivos jóvenes que se habían vuelto a replantar después de ser arrancados durante el brote de sharka, muchos de ellos de jóvenes agricultores que han apostado por quedarse en su pueblo viviendo del sector primario. Los vecinos advierten de que, además de peligrar la economía del municipio, se enfrentan a un éxodo demográfico que ya ha comenzado. El 70% de los habitantes se dedican al sector primario. "Está todo machacado. No es solo un tema económico, los ánimos están por los suelos y no sabemos ya qué hacer", dijo Martí

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