Sin esperarlo, Jesús Calvé Ibáñez ha protagonizado este martes el momento más emotivo de la colocación del nuevo Torico de Teruel en su columna. El operario, encargado de instalar la escultura junto con su hermano Gregorio, ambos trabajadores de la empresa turolense Tamaconsa, ha besado espontáneamente la figura del astado nada más terminar de sujetar la imagen al pedestal y limpiarla con un paño, lo que ha disparado el sentimiento de todos los asistentes al histórico momento.

"Al colocar el Torico en su lugar, he vivido una experiencia nueva para mí, que me ha puesto los pelos de punta", ha confesado al terminar su trabajo. "Al subir a la columna, allá arriba, te das cuenta de que el Torico es mucho más que un toro". 

El público ha agradecido su gesto con aplausos, lo que ha llevado a Jesús Calvé a darse cuenta "de lo que realmente importa este monumento a la gente". Su hermano Gregorio también ha estampado un beso al Torico antes de empezar a descender en la cesta de la grúa a la que han subido para instalar la escultura, a la que, como es tradición, el próximo sábado los peñistas pondrán el pañuelo rojo para dar inicio a la Vaquilla. 

Cuenta Jesús Calvé que, al besar al Torico, por su cabeza han pasado muchos recuerdos. "Me he acordado de mis amigos, de mi familia, de cuántas veces hemos llorado de emoción con el Torico, durante las fiestas de la Vaquilla", ha dicho. 

Relata que ha empezado a realizar su trabajo "muy tranquilo", pero luego, al verse a la altura del Torico, "con toda la gente abajo y las cámaras de los medios de comunicación pendientes de lo que hacíamos, he tenido un vuelco emocional". 

Ha añadido que también se ha acordado de las muchas personas que tras desplomarse el monumento el pasado 19 de junio durante la retirada de una ornamentación taurina "lo pasaron muy mal y acudieron a Tamaconsa en busca de ayuda".

"Es muy bonito y ha quedado perfecto, las cosas se han solucionado sin daños personales y en unos días podremos ponerle el pañuelo rojo, ¿qué más podemos pedir?", ha resaltado.