Un juez de Teruel condena a un hombre a 10 jornadas de trabajo en beneficio de la comunidad y le prohíbe acercarse a menos de 100 metros de su expareja por insultarla gravemente "cada vez" que se encuentra con ella después de que ambos rompieran su relación, según recoge la sentencia emitida por el Juzgado de Instrucción y Primera Instancia número 3 de la capital turolense. El fallo añade para el condenado, que reconoció los hechos, la prohibición de comunicarse por cualquier medio con la víctima. 

El condenado, cuyas iniciales son R. C. Z., desde que rompió la relación sentimental con su expareja, profería contra esta insultos cuando se la tropezaba hasta el punto de que le provocaban a la mujer "un enorme desasosiego e intranquilidad a la par que temor o miedo", según relata la sentencia. 

El juez considera que el acusado "utilizó una dosis de violencia, aunque mínima pero puramente psíquica, con una finalidad claramente vejatoria, denigrante, degradante o humillante", provocando la ansiedad de la víctima.

El tribunal considera que queda "suficientemente" probado el delito por las manifestaciones vertidas por la víctima durante el juicio. El juez impone el alejamiento como medida cautelar al entender que existe "un riesgo o peligro que altera la integridad psíquica o salud" de la denunciante.

Tras el reconocimiento de los hechos por el denunciado y de acuerdo a la pena solicitada por el Ministerio Público, el juez ha dictado la sentencia condenatoria, que es firme ante la conformidad de las dos partes.