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El plan de gestión del humedal del Cañizar prevé cerrar las compuertas siete meses para almacenar agua

La planificación afecta a 795 hectáreas, de las cuales 436 son inundables, repartidas entre Villarquemado y Cella.

Embarcadero en el centro de recepción de visitantes del humedal del Cañizar, en Villarquemado.
Embarcadero en el centro de recepción de visitantes del humedal del Cañizar, en Villarquemado.
Antonio Garcia/Bykofoto

El Plan de Gestión del Humedal Singular del Cañizar redactado por el Departamento de Medio Ambiente prevé una zona de protección de 795 hectáreas, repartidas entre los términos municipales de Villarquemado, con 460, y Cella, con 335. La superficie afectada se divide entre las 436 hectáreas del "núcleo", que comprende las extensión máxima inundable, y las 359 de "protección", donde se engloba el área de transición entre la zona húmeda y el ecosistema «terrestre» circundante. Las restricciones son más intensas en el "núcleo", que concentra también los principales valores naturales, con la avifauna como bandera.

El Plan de Gestión, que fue presentado por el director general de Medio Natural, Diego Bayona, a los alcaldes de la zona a finales de 2021 podría ser la base de actuación de la fundación que anuncian el Ayuntamiento y el Gobierno aragonés para la gestión sostenible del Cañizar.

Lambán anuncia una fundación para la gestión

El presidente de la DGA, Javier Lambán, anunció el pasado día 17 en su visita a Villarquemado que la fundación "está muy próxima a cerrarse para empezar a andar y poner en valor la laguna del Cañizar y plantear un turismo no masivo y de nivel sobre la naturaleza y las aves".

El Plan de Gestión, cuya aplicación deberá contar con la Confederación Hidrográfica del Ebro, señala que el humedal tiene un "alto valor para la conservación de la avifauna acuática, tanto por la diversidad de especies que aparecen en los pasos migratorios, invernada y periodo reproductor, como por la presencia de especies amenazadas y de alto interés".

El documento añade que se han catalogado 200 especies de pájaros, entre los que destacan las grullas que han alcanzado un censo máximo de 10.000 ejemplares. En el humedal, están presenten especies en peligro de extinción, como el avetoro o la garcilla cangrejera o de singular interés para Aragón, como el fumarel común o el pato colorado.

El principal valor ambiental del humedal radica en la presencia de 200 especies de aves.
El principal valor ambiental del humedal radica en la presencia de 200 especies de aves.
Antonio Garcia/Bykofoto

Tanto la zona "núcleo" como la de "protección" son de titularidad pública. En la primera de ellas, las actividades estarán "supeditadas" a la conservación de los valores ambientales. Se consideran "compatibles" con la preservación medioambiental, la agricultura y la ganadería extensivas ya existentes y se podrá autorizar la caza, el turismo ecológico y la navegación por canales –solo para la gestión del propio espacio–. Quedan descartados el cambio de cultivos cuando comporte la puesta en regadío o el arbolado, las roturaciones, la actividad extractiva, la pesca, la minería, las nuevas edificaciones y la producción eléctrica.

En el anillo de "protección", la caza es compatible y se pueden autorizar cambios de cultivo para pasar a leñosos así como la aplicación de fitosanitarios y fertilizantes si cumplen los objetivos de gestión del humedal.

El plan dedica una atención especia a la gestión del agua, clave para preservar los valores ambientales del humedal y un recurso disputado por los regantes que aprovechan las afloraciones del Cañizar. En función de la pluviometría de cada año, se establece un periodo de cierre de compuertas para almacenar agua.

El documento persigue, como mínimo, la presencia de agua en la laguna durante el periodo de otoño e invierno para albergar las aves migrantes e invernantes. Cuando más seco es el año, más corto es el periodo de cierre de compuertas para facilitar el uso de las reservas para el regadío. Pero, al menos, las compuertas que sirven para retener agua en el humedal permanecerán cerradas del 1 de septiembre al 31 de marzo. Con el máximo nivel de inundación, el humedal almacena 1.582 metros cúbicos de agua.

En años lluviosos, con más de 360 litros por metro cuadrado de precipitación, las compuertas se cerrarán del 1 de septiembre al 31 de marzo hasta alcanzar el máximo de inundación; del 1 de abril al 30 de junio, el agua cubrirá al menos el 40% de la superficie inundable; y del 1 de julio al 31 de agosto, la prioridad será el regadío.

Si el año es "normal" –entre 260 y 350 litros por metro cuadrado–, del 1 de abril al 15 de junio, se mantendrá inundada el 20% de la superficie anegable y del 16 de junio al 31 de agosto la preferencia del agua será el riego. Para años secos, con menos de 260 litros por metro cuadrado, del 1 de abril al 31 de agosto, la prioridad es el regadío.

El Plan de Gestión contempla también medidas para eliminar la vegetación exótica, controlar el crecimiento del carrizo así como para frenar la proliferación de jabalíes, una especie cuya expansión provoca graves daños en los cultivos del entorno, sobre todo en los maizales.

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