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Utrillas pide celeridad en el arreglo de la N-420 tras dos años con un carril hundido

Las obras de reparación, con mayor alcance del previsto, se iniciaron en otoño de 2020, pero aún no han terminado

Las obras para reparar la N-420 en Escucha no han terminado casi dos años después de su inicio.
Las obras para reparar la N-420 en Escucha no han terminado casi dos años después de su inicio.
Heraldo

El Ayuntamiento de Utrillas ha comunicado al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) su preocupación por el largo periodo de tiempo que acumula la carretera N-420 con limitaciones de velocidad en uno de sus carriles debido al hundimiento del terreno. Los problemas se registran desde hace más de dos años en la zona de descenso del puerto de montaña de San Just hacia las Cuencas Mineras.

El alcalde de Utrillas, Joaquín Moreno, recuerda que la carretera empezó a presentar desperfectos ya a finales de 2019, al producirse un deslizamiento de la ladera de San Just que provocó ondulaciones y grietas profundas en la calzada de la N-420 a su paso por el término municipal de Escucha. Según explica, las abundantes precipitaciones que descargaron las borrascas Gloria y Filomena, en enero de 2020 y enero de 2021, respectivamente, acentuaron las deficiencias.

En julio de 2020, hubo que cortar el carril de vehículos lentos entre los puntos kilométricos 648,3 y 649,4 por las fisuras y blandones surgidos y aunque poco después, en otoño de ese mismo año, se llevaron a cabo las primeras obras para reparar ese tramo de carretera, en la actualidad los problemas continúan y el recorrido sigue condicionado por el hundimiento que presenta la calzada.

Tras admitir el Ministerio de Transportes que la primera reparación de urgencia realizada en el firme en otoño de 2020 no fue suficiente, apostó por buscar una solución definitiva para los problemas de la vía en esa zona, una intervención que todavía está en marcha y que obligó a triplicar el presupuesto previsto inicialmente para esta actuación, pasando de 1,25 a 3,79 millones de euros.

"Llevamos casi tres años con limitaciones al tráfico en una carretera que vertebra toda la provincia de Teruel y que comunica la comarca de las Cuencas Mineras, no solo con la capital provincial, sino también con la zona del Bajo Aragón", lamenta Joaquín Moreno. Como alcalde de Utrillas –centro neurálgico de las Cuencas Mineras– ha trasladado al Mitma que "es urgente que acaben las obras y pueda normalizarse la circulación". "Esta es una comunicación básica para la provincia y registra mucho tráfico, tanto pesado como de turismos", subraya el regidor.

Desde el Ministerio de Transportes afirman que las obras siguen su desarrollo "según lo previsto". Explican que la ejecución de una pantalla de pilotes –la solución planteada para acabar con el movimiento del terreno– finalizó hace ya un par de meses. Las mismas fuentes aclaran que ha sido necesaria la monitorización o seguimiento del terraplén dañado para analizar "la evolución de los asientos y la velocidad del desplazamiento de la masa de tierras", con el fin de poder determinar el momento en el que se podrá acometer su rehabilitación.

Moreno confía en que la llegada del verano permita a la empresa adjudicataria de las obras acelerar los trabajos. No obstante, considera que, "en ocasiones, la demora en la ejecución de un proyecto es mayor o menor dependiendo de en qué provincia nos encontramos y eso no es justo".

La N-420, que surca la provincia de Teruel, se convierte en un cuello de botella al llegar al tramo afectado por los deslizamientos del terreno, donde los vehículos tienen que aminorar la marcha y prescindir del carril para vehículos lentos.

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