medio ambiente

El canal de la Estanca de Alcañiz, un cementerio de corzos

Los cazadores denuncian que 14 ejemplares han muerto ahogados en dos semanas.

Corzos muertos, en el canal de la Estanca de Alcañiz.
Corzos muertos, en el canal de la Estanca de Alcañiz.
Heraldo.es

Regresa la mortandad de corzos al canal de la Estanca de Alcañiz este mes de mayo, pese a que la Confederación Hidrográfica del Ebro implementó varias medidas entre octubre y noviembre del año pasado para reducir los ahogamientos. Los cazadores denuncian que, al menos, 14 corzos y una cabra hispánica han fallecido desde mitad de la semana pasada, cuando subió el nivel del agua del canal. Siete de las muertes se produjeron en apenas tres días. Tres corzos y una cabra hispánica fueron encontrados el pasado domingo y otros tres corzos, el martes; todos ellos entre los restos vegetales expulsados por el rastrillo que separa el canal del embalse.

"El canal llevaba poca agua y, por eso, los animales no se ahogaban. Si se caían podían salir por las rampas. Pensábamos que se estaba haciendo a propósito para evitar los ahogamientos, pero hemos comprobado que no", han lamentado los cazadores. El presidente de la Junta Central de Usuarios del Río Guadalope, José Fernando Murria, ha confirmado que entre el jueves y viernes de la semana pasada se comenzó a regar -y aumentó el caudal-, ya que hasta ahora no había sido necesario por las abundantes lluvias de los últimos meses.

Las imágenes de animales que mueren ahogados en el canal de la Estanca se repiten cada primavera. Durante esta época, se produce la máxima mortandad de corzos al separarse las crías jóvenes de sus madres. La problemática suele comenzar ya en el mes de marzo, aunque este año las primeras caídas de animales al canal se están produciendo este mes de mayo, de acuerdo con los Agentes de Protección de la Naturaleza (APN) del territorio. Desconocen las causas, aunque también apuntan a la meteorología como posible responsable.

Tras producirse los primeros ahogamientos múltiples de corzos, los cazadores han criticado que las actuaciones llevadas a cabo por la CHE –consensuadas con el Gobierno de Aragón y las sociedades de cazadores de Alcañiz y Castelserás en julio de 2021– "no están funcionando". La Confederación colocó a finales del año pasado cuatro barreras textiles sobre el canal para guiar a los corzos que caigan al agua hacia las escapatorias. Su finalidad -según explicó la Confederación- no es la de contención, sino la de suponer un obstáculo visual que incite al animal a nadar hacia la rampa.

Esta medida ya fue duramente criticada nada más implementarse por los cazadores, quienes pedían en vez unas barreras de "tipo peine" formadas por una barra principal que cruzase de un lado al otro del canal y de la que colgasen púas que se introdujeran aproximadamente un metro en el agua para detener a los animales arrastrados por la fuerza de la corriente. Tildaron a las barreras textiles de "sábanas" y criticaron que "en los días de aire la tela daba vueltas sobre la cuerda".

Además, la CHE acondicionó un paso existente en el canal -situado en el término municipal de Castelserás- como paso de fauna para el cruce de animales. Se colocó una valla en ambos márgenes del canal y en el propio paso para que les sirva de guía. De acuerdo con la Confederación, también se están limpiando de maleza las siete salidas existentes (entre rampas y abrevaderos) para que los corzos que caen al agua puedan salir con mayor facilidad. Además, se retiró el guardarraíl que había en uno de los abrevaderos para mejorar la escapatoria de los animales. Las siete rampas están construidas en hormigón y se reparten a lo largo de los 21,381 kilómetros que mide el canal. Cinco de ellas están en contra de la corriente, lo que dificulta la salida de los animales ya que el agua los arrastra, otra es perpendicular al canal y otra está a favor de la corriente.

El análisis de los resultados tendrá que esperar

La Confederación Hidrográfica del Ebro medirá la efectividad de las medidas implementadas para reducir la mortandad de corzos cuando termine la temporada, según ha explicado. Desde la CHE señalan que es ahora, en primavera, cuando hay más presencia de corzos y, por tanto, el análisis tiene que esperar.

Asimismo, la Confederación ha subrayado que es conocedora del problema y que seguirá tomando medidas para reducir la mortalidad de animales por caídas accidentales al canal.

En la misma línea, los Agentes de Protección de la Naturaleza han señalado que "todavía no es momento de hacer balance" y que "hay que esperar a fin de mes" para medir si las actuaciones llevadas a cabo por la CHE han funcionado.

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