patrimonio

El yacimiento romano que bloquea el llenado de Lechago desvela sus secretos

La CHE licita la excavación del enclave para poder embalsar toda el agua que cabe en el pantano, terminado en 2010.

La presa de Lechago solo se ha podido llenar hasta la mitad para evitar la inundación del yacimiento romano.
La presa de Lechago solo se ha podido llenar hasta la mitad para evitar la inundación del yacimiento romano.
Guillermo Mestre

La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) desbloquea el llenado de la presa de Lechago, terminada desde 2010, al realizar la excavación arqueológica del yacimiento romano de Pagos II. La intervención es imprescindible para alcanzar la capacidad total del pantano, estancado en 10 hectómetros cúbicos, un 55% del volumen embalsable, por la presencia del enclave del siglo I.

La CHE acaba de sacar a licitación la excavación de Pagos II en su "totalidad", como puntualiza el pliego de condiciones técnicas. Los trabajos, con un presupuesto de 248.224 euros y seis meses de ejecución, permitirán conocer las características del yacimiento, que se extiende por 6.404 metros cuadrados.

Según las informaciones obtenidas mediante sondeos arqueológicos, el enclave oculta una villa romana ocupada entre los siglos I y II después de Cristo en la que se realizaron trabajos de fundición de hierro. El lugar está situado en el término municipal de Calamocha, junto a la rambla de Cuencabuena.

Desde la CHE señalan que la puesta en carga de la presa no puede avanzar hasta que concluya la excavación del yacimiento. La puesta en carga supone el llenado progresivo del embalse para comprobar cómo responde en materia de seguridad. Aunque esta fase permite un uso "residual" del agua embalsada, no supone la entrada en servicio de la presa, que requiere de la previa constitución de la comunidad de usuarios con los regantes de la cuenca aguas abajo del embalse.

La construcción de la presa, con una capacidad de 18 hectómetros cúbicos, supuso una inversión de 44 millones de euros. La obra chocó con la oposición de la zona afectada al anegar sus tierras más fértiles mientras que los futuros regantes consideran, una vez acabada la ejecución, que el coste del bombero de agua desde el Jiloca para llenar el pantano -situado en el cauce del río Pancrudo- es inasumible para la actividad agrícola.

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