musica

Restaurado en Villel el órgano de la catedral de Manresa

El organero Carlos Álvarez muestra a los feligreses manresanos el resultado de su trabajo.

Una delegación de la catedral de Manresa, durante su visita para ver el resultado de la restauración del órgano.
Una delegación de la catedral de Manresa, durante su visita para ver el resultado de la restauración del órgano.
Heraldo.es

El organero Carlos Álvarez, con el taller en Villel, acaba de terminar la restauración integral y ampliación del órgano de la catedral de Manresa (Barcelona) tras un laborioso proceso que se ha prolongado desde enero de 2021. Una comisión del templo catedralicio catalán ha visitado este viernes la empresa de fabricación y restauración de órganos para ver el resultado del trabajo realizado, que culminará con el desmontaje del instrumento para su recomposición en su ubicación en la la seo manresana después de Semana Santa. 

El órgano, fabricado a principios del siglo XX por el prestigioso organero italiano asentado en España Silivio Puggina, estaba emplazado originalmente en la basílica del santuario Montserrat, pero posteriormente fue adquirido por la catedral de Santa María de la Aurora de Manresa, donde se aumentaron sus registros musicales. 

Carlos Álvarez se encargó del mantenimiento del órgano durante los últimos cuatro años, hasta que comprobó que el instrumento estaba agotado y precisaba de un remozamiento general. La catedral creó una comisión ciudadana encargada de recaudar los fondos necesarios para revitalizar el órgano y sus miembros han participado en la comisión que ha asistido a la presentación en Villel.

La delegación catalana ha estado formada por unas cuarenta personas, pero también han acudido al evento el músico y compositor turolense Jesús María Muneta y la intérprete Maria Popa. Carlos Álvarez ha definido el reestreno del instrumento como una "fiesta" de la música.

Feligreses de la catedral de Manresa y religiosos y miembros de la coral, observan el órgano restaurado.
Feligreses de la catedral de Manresa y religiosos y miembros de la coral, observan el órgano restaurado.
Heraldo.es

El trabajo realizado en el taller de Villel ha consistido en reconstruir todas las piezas salvo el monumental frontal, de nueve metros de altura, y la consola en la que actúa el organista. Carlos Álvarez define su intervención "más como una reconstrucción que como una restauración". Explica que ha ampliado el número de tubos de 1.370 a 1.850 con un incremento de los registros musicales para ganar potencia y tonalidades. Se muestra orgulloso del trabajo realizado y del resultado de la presentación ante sus clientes, aunque el número de registros musicales operativos ha sido un aperitivo del potencial del nuevo órgano catedralicio. 

Ha señalado que los asistentes han tenido la oportunidad de ver el instrumento al completo, mientras que, una vez se instale en su emplazamiento definitivo, solo podrán observarse el frontal y la consola.

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