energías renovables

Una empresa promueve en Teruel tres centrales hidroeléctricas con una inversión que ronda los 1.200 millones

Tramita proyectos que suman 1.250 megavatios de potencia en Calanda, Estercuel y Palomar de Arroyos.

Una de las centrales hidroeléctricas se ubicará en el desmonte de la Corta Gargallo de Estercuel.
Una de las centrales hidroeléctricas se ubicará en el desmonte de la Corta Gargallo de Estercuel.
Laura Uranga

La empresa zaragozana Atalaya Generación promueve tres centrales hidroeléctricas reversibles en distintos puntos de la provincia con una potencia total de 1.250 megavatios y una inversión que rondará los 1.200 millones de euros. Los proyectos, que se encuentran en distintas fases de tramitación, apenas consumirían agua porque esta discurriría por un circuito cerrado que solo tendría pérdidas por evaporación.

La tecnología de las plantas hidroeléctricas reversibles consiste en la utilización de dos depósitos de agua a distinta altura entre los que se produce la generación eléctrica por la activación de las turbinas. En los periodos de baja demanda y precios valle la electricidad sobrante se destina a bombear agua del depósito inferior al superior, desde donde podrá turbinarse en los periodos de alta demanda y precios altos. Se convierten así en reservas de energía para cuando el mercado la demande.

Los dos proyectos más ambiciosos están previstos en la cuenca del Guadalope –entre los términos municipales de Calanda y La Ginebrosa– y en Palomar de Arroyos con una potencia de más de 600 megavatios en ambos casos y una inversión que también rondará los 600 millones de euros en cada planta. Otro proyecto, en Estercuel, está en tramitación ante el Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (Inaga) con una potencia de 50 megavatios.

El proyecto propuesto en la cuenca del Guadalope, promovido bajo la denominación de "Pérsica", tomaría el agua del río a la altura de Aguaviva, aunque, según los promotores, el consumo será muy escaso porque se limitará a compensar la evaporación –0,8 hectómetros cúbicos anuales–. El diseño contempla dos embalses de 13 hectómetros cúbicos cada uno situados a distinto nivel para producir el proceso de bombeo y turbinación.

La iniciativa afecta a Aguaviva, Alcañiz, Alcorisa, Andorra, Calanda, y La Ginebrosa por la construcción de las instalaciones y por la línea de evacuación, que desembocará en la subestación Mudéjar de Andorra. Varios municipios han manifestado sus recelos respecto del proyecto, en especial Aguaviva porque la captación de agua para llenar las balsas y compensar las pérdidas está prevista en este municipio.

Los proyectos de Palomar de Arroyos y Estercuel cuentan con el beneplácito de los respectivos ayuntamientos. Ambas plantas están proyectadas en los desmontes provocados por antiguas explotaciones de carbón a cielo abierto. 

El alcalde de Palomar, Ramiro Beltrán, califica la iniciativa "de muy buena, porque generaría riqueza en el pueblo". La actuación proyectada servirá también para restaurar un desmonte abandonado. Señala que será una "oportunidad para salvar el pueblo de la despoblación" porque, según denuncia, tras el cierre de las minas de lignito en los primeros años noventa del siglo XX, no se ha generado ninguna actividad industrial en la localidad.

También el alcalde de Estercuel, Joaquín Lahoz, apoya el proyecto «Gavilán 4» en el desmonte de la antigua Corla Gargallo. A su juicio, es una iniciativa "viable y rentable" que generará empleo en la construcción y en la explotación, además de ingresos extra para el Ayuntamiento. 

Lahoz ha señalado que la concesión para montar la planta hidroeléctrica será de 75 años, aunque la explotación podría seguir más adelante con otro concesionario o por la Administración.  El alcalde indica que la generación de empleo durante el montaje de las instalaciones será muy intensa, aunque durante la explotación de la central la plantilla será muy reducida, de media docena de trabajadores como mucho. 

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión