Teruel

"Me dijeron que encontrar otorrino en Teruel era cosa de suerte"

Una mujer relata la angustia vivida al sufrir su madre una fuerte hemorragia nasal tras una PCR y escasear los médicos expertos en taponar un sangrado

Pilar, la hija de la paciente que sufrió la hemorragia, en su casa de Valbona.
Pilar, la hija de la paciente que sufrió la hemorragia, en su casa de Valbona.
Heraldo

Desamparo es lo que dice Pilar que sintió el pasado 23 de diciembre después de que su madre, de 87 años y medicada con Sintrom, sufriera una fuerte hemorragia nasal tras una PCR. Relata que desde el centro sanitario en el que le habían realizado la prueba de covid a su progenitora llamaron al hospital general Obispo Polanco para comunicar que enviaban a la paciente en una ambulancia para su tratamiento y que, dirigiéndose a ella, dijeron: "Hemos tenido suerte, hay otorrino".

Una vez que, sobre las 13.00 de ese día, la enferma entró en el Servicio de Urgencias del Obispo Polanco, el otorrino le taponó la nariz, pero el sangrado no terminaba de desaparecer y la mujer, a la que hubo que hacerle una transfusión de sangre por todo el plasma que había perdido, seguía en situación inestable, por lo que quedó ingresada.

Pilar -prefiere no revelar su apellido- explica que, si bien sobre las cinco de la tarde el mismo otorrino acudió a Urgencias y visitó a su madre pronosticando su próxima recuperación, el problema vino por la noche, "cuando me dijeron que ya no quedaba ningún otorrino de guardia para asistir a mi madre y que, si seguía sangrando, habría que trasladarla a Zaragoza"

"Para mayor angustia –continúa Pilar–, sobre la una de la madrugada me explican que no la van a derivar a Zaragoza porque el traqueteo de la ambulancia podría provocarle otro sangrado". En torno a las ocho de la mañana del 24 de diciembre, la evacuación de la madre de Pilar a un hospital de la capital aragonesa fue descartada porque la paciente había dejado de sangrar.

Pilar se queja de la falta de otorrinos de guardia en Teruel y reclama "un servicio de esta especialidad como Dios manda". "Teruel –continúa– no es un lugar remoto, es una capital de provincia; no me pueden decir que encontrar otorrino es cosa de suerte"

Desde hace tres años, la plantilla de esta especialidad en el Obispo Polanco –tres plazas– no está completa. Ahora, los pacientes son atendidos por dos médicos que se desplazan desde Zaragoza dos días por semana, a los que se suma otro facultativo que realiza 8 ó 10 guardias al mes, por lo que la asistencia no está cubierta las 24 horas del día. Desde el Departamento de Sanidad del Gobierno aragonés explican que la situación se debe a que no hay otorrinos para contratar.

Pilar critica también que a su madre se le hiciera la PCR introduciéndole un bastoncillo por la nariz, "cuando hay métodos más seguros para personas anticoaguladas".

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