medio ambiente

Inquietud vecinal en Torrelacárcel por el proyecto de una granja porcina

Los vecinos recogen firmas para oponerse a los planes de Portesa, que descarta un impacto ambiental negativo con su explotación.

Los vecinos recogen firmas en el bar de Torrelacárcel.
Los vecinos recogen firmas en el bar de Torrelacárcel.
Laura Uranga

Las gestiones de la empresa Portesa para construir una granja de lechones en Torrelacárcel han provocado una movilización vecinal en contra del proyecto ante la preocupación de que pueda generar problemas ambientales, como malos olores o vertidos de purín. Los vecinos han puesto en marcha una recogida de firmas a través de pliegos depositados en el bar de la localidad y también mediante una plataforma digital.

El alcalde, Pascual Soriano, admite contactos con Portesa pero señala que no ha tramitado ninguna documentación ante el Ayuntamiento. Según indica, los planes de la empresa pasan por construir una explotación para cerdos de hasta 12 kilos con capacidad para entre 10.000 y 12.000 cabezas.

Una fuente vecinal critica al Ayuntamiento por no informar a la población sobre los detalles de la iniciativa. Entre los reparos que pone al proyecto, figura la posible afección al acuífero que abastece a la localidad por la extracción de agua para abastecer a la explotación ganadera, el riesgo de contaminación de esas mismas aguas subterráneas por vertidos de purín y los malos olores.

Una vecina explica que, por el contrario, los beneficios que la "macrogranja" pueda generar son pocos, porque se tratará de una explotación muy automatizada con poca mano de obra.

Desde la empresa confirmaron los contactos para construir la explotación, que, según dijeron, no cabe definir como "macrogranja" por sus dimensiones. Una portavoz de Portesa aclara que la ubicación en Torrelacárcel todavía no esta cerrada, aunque se mantienen contactos con propietarios para conseguir el suelo y la conexión eléctrica necesarios.

Para la empresa ganadera, los recelos ambientales están injustificados porque el destino del purín se controlará de forma "estricta" y en el mismo grupo empresarial de Portesa existen otras divisiones que aprovechan este residuo ganadero como abono sin impacto ambiental. La misma fuente afirma que el criterio de la empresa es el "desarrollo sostenible y equilibrado". Aunque el proyecto no ha iniciado la tramitación administrativa, la previsión empresarial es ejecutarlo en 2022.

Una vecina explica que la recogida de firmas pretende que el Ayuntamiento informe al vecindario del proyecto. La mujer afirma que el sentir mayoritario entre los vecinos es contrario al la granja y considera que el Consistorio "debería de tener en cuenta" su opinión. Añade que la expansión de la ganadería porcina afecta a todo el corredor del Jiloca.

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