Teruel

Agricultores de Teruel recuperan trigos de antaño para hacer pan de calidad

El proyecto, apoyado por los fondos FITE, revalorizará el oficio de panadero y podría aumentar un 5% el empleo en el sector

Decenas de personas degustaron en la plaza del Torico pan elaborado con trigos locales.
Decenas de personas degustaron en la plaza del Torico pan elaborado con trigos locales.
M. A. M.

Una veintena de agricultores cerealistas de la provincia de Teruel han diversificado sus cultivos para volver a producir las variedades de trigo que se consumían antiguamente y que en la actualidad están prácticamente olvidadas. El objetivo es que esta materia prima sirva para elaborar de forma tradicional un pan de alta calidad que lleve el marchamo de Teruel.

El proyecto, que cuenta con el apoyo económico del Fondo de Inversiones de Teruel, (FITE) –financiado a partes iguales por el Gobierno central y el Ejecutivo autonómico– comenzó hace tres años con la participación de Cereales Teruel Sociedad Cooperativa, la Asociación Provincial de Panaderos y el Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón CITA.

La plaza del Torico de Teruel se convirtió este jueves en el escenario de la primera degustación de los tipos de pan que pueden elaborarse con las harinas que se fabricaban antaño. Aunque todavía no hay fecha para que las panaderías de la provincia pongan a la venta productos hechos a la antigua usanza, el ensayo realizado en la capital turolense puso de manifiesto el enorme interés del público por consumir pan de calidad.

Durante toda la mañana, decenas de personas se acercaron al puesto instalado por la Asociación Provincial de Panaderos en el centro neurálgico de Teruel con la intención de comprar alguna pieza de pan, si bien no podían hacerlo y debían conformarse con probarlo. “Está muy bueno, tiene un sabor distinto y es más jugoso; me hubiera gustado llevarme varias barras y cañadas”, comentó una mujer.

El presidente de la Asociación de Panaderos de Teruel, Jorge Sanz, explicó que el pan elaborado con cereales locales alternativos “tiene la miga amarillenta, un olor cremoso, una corteza crujiente, un sabor intenso a trigo y una conservación extraordinaria”. Según aclaró, una barra de pan tradicional puede durar tierna de cuatro a cinco días, siempre que se cubra con un paño o se guarde en una panera. Sanz subraya que si la iniciativa prospera finalmente “se revalorizará el oficio de panadero”, al que se dedican ahora 500 personas distribuidas en las más de 100 panaderías que hay en la provincia.

Para Araceli Sierra, subdirectora de Cereales Teruel, el proyecto nace para dar respuesta a un consumidor “que cada vez más exige productos saludables y que contribuyan a frenar el cambio climático”. Sierra destaca que la elaboración de pan con trigos locales evita el transporte de materia prima y, por tanto, reduce la contaminación ambiental. Agrega que la iniciativa es un ejemplo de economía circular, al dejar el valor añadido en el territorio. Entre las variedades de cereal que se están recuperando figura el trigo Negrete, Florencia Aurora, Aragón 03, Chamorros y Jeja. En la provincia queda un único molino harinero panificable y está en Cantavieja.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión