El Ayuntamiento de Teruel acaba de remitir al Salud el proyecto de accesos al nuevo hospital, que tiene un presupuesto de 8.884.000 euros después de incorporar algunas modificaciones a instancias de la Comisión Provincial del Patrimonio Cultural, que, en el diseño inicial, apreciaba afecciones en la Traída de Aguas de Pierres Vedel, catalogada como Bien de Interés Cultural. El documento, redactado por la empresa de ingeniería Turiving S. A. por encargo del Consistorio, pasa ahora a manos del Gobierno aragonés, que será el encargado de la ejecución.

Los accesos al nuevo hospital del Planizar, ya en ejecución, enlazarán la Vía Perimetral, al sur, con la carretera N-420 cerca de la rotonda de enlace con la autovía A-23, al norte, pasando por el futuro centro hospitalario. Inicialmente, el proyecto pretendía conectar la nueva calzada directamente con el nudo de enlaces entre la N-234, la A-23 y la A-226, pero el Ministerio de Transportes rechazó esta opción. Finalmente, el nuevo vial conectará con la N-420 a unos cientos de metros de la rotonda de la A-23.

Los accesos proyectados tienen una longitud total de 2,2 kilómetros en su eje principal y un plazo de ejecución de 18 meses. La pendiente máxima es del 6% y el ancho de la vía es de 20,3 metros, con dos calzadas con dos carriles por sentido separadas por una mediana de 2,2 metros. Los enlaces intermedios con el futuro centro sanitario se realizarán mediante dos rotondas, una entre el hospital y la A-23 y otra entre el hospital y la Vía Perimetral. Otras dos rotondas enlazarán con la N-420 y con la Vía Perimetral o Avenida de Conexión de Barrios.

El presupuesto se incrementa ligeramente sobre la versión original, cuantificada en 8.838.000 euros, debido a las modificaciones introducidas para salvar los reparos iniciales de Patrimonio. Entre las medidas adoptadas, figura la protección de dos arquetas de la conducción renacentista para que sean visitables y el refuerzo del apartado de prospecciones arqueológicas y paleontológicas hasta alcanzar los 101.000 euros. Dentro de este concepto, figuran la determinación del trazado de la Traída de Aguas en la zona de actuación –tanto la conducción inicial de arcaduces (unas piezas cerámicas), como la posterior, de hierro– y la excavación de un yacimiento de fósiles de insectos que se verá afectado.

El proyecto prevé también la reposición de infraestructuras afectadas por la obra, como los caminos de Santiago y del parque de las Arcillas así como el acceso a la planta potabilizadora, además de dos sendas. También deberá reponerse la conducción de agua que abastece a las pedanías de Tortajada y Villalba Baja y a los barrios del Ensanche y La Fuenfresca.

El diseño de los accesos experimentó una notable modificación en 2013 con un cambio de trazado aprobado por el Ayuntamiento para reducir los desmontes en la montaña de Santa Bárbara y minimizar el impacto paisajístico, además de ahorrar costes.

El proyecto se tramita a la vez que avanzan las obras de construcción del nuevo hospital, con la estructura muy avanzada y que tienen un presupuesto de 88 millones de euros. La comunicación con el solar se realiza a través de pistas de tierra. Los trabajos empezaron en 2019 con un plazo de ejecución de cuatro años.