economía

La subida de precio de los materiales y la falta de mano de obra dejan desiertas obras municipales en Teruel

Las empresas constructoras no pujan por realizar los pequeños proyectos, una situación insólita que preocupa a los ayuntamientos.

La alcaldesa de Alcalá, Amparo Atienza, y dos ediles, en la calle que no se ha podido reformar al quedar desierta su licitación.
La alcaldesa de Alcalá, Amparo Atienza, y dos ediles, en la calle que no se ha podido reformar al quedar desierta su licitación.
Javier Escriche

Las pequeñas obras públicas se quedan desiertas en la provincia de Teruel por falta de interés de las constructoras, una situación que preocupa a los ayuntamientos y que afecta también a otras administraciones. En el último mes, la Plataforma de Contratación del Estado ha dado cuenta de proyectos públicos que han quedado sin adjudicar porque ninguna empresa de construcción se ha interesado por ellos en Monforte de Moyuela, Utrillas, Escorihuela, Torrijas, Abejuela, Alcalá de la Selva, Singra, Villafranca del Campo, Calanda y Blancas, entre otras localidades.

El contratiempo pone en peligro la financiación porque, si procede de subvenciones de otras administraciones, debe cumplir los plazos de ejecución y justificación. Pero no solo afecta a los ayuntamientos, porque el desinterés de las constructoras también ha dejado colgado el proyecto de la DGA para renovar la cubierta del Centro Público Integrado de Formación Profesional (CPIFP) de San Blas, con un presupuesto de 177.6555 euros.

La Diputación Provincial de Teruel (DPT) explica que el problema tiene todavía una incidencia limitada, pero una fuente de la institución reconoce que "nunca se había producido". Del Plan de Obras y Servicios (POS) de 2020, el último en ejecución, se han quedado desiertas cinco actuaciones frente un total de proyectos que supera los 300. Un portavoz de la DPT admite que el desinterés de las constructoras es una situación insólita, pero señala que los ayuntamientos afectados todavía pueden cambiar el destino de las subvenciones sin ejecutar hasta el próximo 15 de septiembre para no perder las ayudas.

El presidente de la asociación provincial de la construcción –integrada en la CEOE–, Pedro Rodríguez, achaca las reticencias de las empresas a pujar por los pequeños proyectos públicos a la falta de mano de obra cualificada que padece el sector y, sobre todo, al notable incremento del precio de los materiales de la construcción –cemento, hierro y áridos, entre otros– que se ha producido en los últimos dos años y que cifra en torno a un 15%. Con esta subida de costes, proyectos redactados hace dos años se han quedado "desfasados" en su presupuesto.

Rodríguez explica con esta combinación de precios de costes "disparados" y escasez de trabajadores –porque "no hay ni peones" disponibles, según dice–, que las constructoras dejen de lado los concursos de pequeñas obras públicas.

El desinterés de las empresas pone en apuros la financiación de obras municipales. La alcaldesa de Escorihuela, Milagros Giménez, se ha tropezado con que el proyecto de mejora de vías urbanas que iba a ejecutar en dos meses con un presupuesto de 69.238 euros y financiación de la DPT se ha quedado desierto, un contratiempo que "no había ocurrido nunca". Giménez no arroja la toalla y contactará directamente con empresas que puedan acometer la obra, aunque admite sus dudas al respecto. "Espero que no se pierda la financiación", confia.

Parecida situación se da con la renovación de las redes de agua y alcantarillado de la calle El Molino de Alcalá de la Selva, presupuestada en 105.780 euros y con "cero ofertas" recibidas tras el periodo de licitación. La alcaldesa, Amparo Atienza, reconoce que al Ayuntamiento "le cuesta" encontrar constructoras para hacer las obras, pero es la primeva vez que un proyecto queda vacante. Adelanta que abrirá un procedimiento negociado con empresas para intentar desatascar la reforma. Todavía le "preocupa" más el futuro del proyecto para construir un gimnasio con una inversión de 250.000 euros, de los cuales 120.000 llegarán del Fondo de Inversiones de Teruel (FITE) y tienen plazo de caducidad.

La alcaldesa achaca esta situación a que las empresas de la zona, que podrían estar interesadas en los proyectos municipales, tienen trabajo más que suficiente en la promoción de casas particulares, que marchan a buen ritmo en un pueblo caracterizado por la masiva presencia de segundas residencias para uso vacacional. La alcaldesa señala que hay "mucho tirón" de la vivienda privada y a las constructoras "no les interesa" la obra municipal.

Por su parte, la alcaldesa de Monforte de Moyuela, Paula Delmás, que se ha encontrado con la terminación del albergue desierta, se dispone a revisar el proyecto para "actualizar" los precios, "que han subido mucho", con la esperanza de que en el segundo intentó la obra, licitada inicialmente por 101.153 euros, encuentre quien la haga. "Ojalá –desea– esta vez alguna constructora puje".

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