medio ambiente

Cuatro presidentes comarcales de Teruel piden reunirse con Olona para mostrarle su rechazo a la reubicación de los retenes

Los presidentes de Gúdar-Javalambre, Maestrazgo, Sierra de Albarracín y Bajo Aragón dicen que se perderá eficacia en la lucha contraincendios. 

El retén contraincendios de Teruel, uno de los que podrían cambiar de ubicación.
El retén contraincendios de Teruel, uno de los que podrían cambiar de ubicación.
Antonio Garcia/Bykofoto

Los presidentes de cuatro comarcas de Teruel ha remitido este viernes una carta al consejero de Medio Ambiente, Joaquín Olona, para pedirle una reunión urgente en la que poder trasladarle su "disconformidad" con la redistribución de las cuadrillas contra incendios en la que trabaja la Dirección General del Medio Natural, que comportará la fusión de algunos retenes y algunos traslados.

La misiva está firmada por el presidente de Gúdar-Javalambre, Ángel Gracia (PSOE); de la Sierra de Albarracín, Inocencio Martínez (PAR); del Maestrazgo, Roberto Rabaza (PAR); y del Bajo Aragón, Luis Peralta (PSOE). Consideran que sus demarcaciones salen malparadas de la reordenación de los equipos que proyecta la Conserjería.

Las comunicación de los presidentes comarcalas se suman a las cartas de varios alcaldes de la provincia, que han remitido también escritos a Olona para manifestarle su rechazo a la reubicación de las cuadrillas forestales por entender que va en detrimento de una respuesta rápida en caso de incendio y porque supone la supresión de unos puestos de trabajo que agravarán la despoblación. Una de las áreas más críticas es Gúdar-Javalambre, donde once de sus ayuntamientos se han sumado a la campaña.

La carta de los máximos responsables de las cuatro comarcas solicita al consejero mantener "a la mayor brevedad posible" una reunión para trasladarle su oposición "al nuevo operativo de prevención y extinción de incendios forestales", que, según denuncian, "no cuenta con el criterio de los propios técnicos de la Administración autonómica competentes en la materia". También se oponen a la forma en que se elabora la documentación porque "tampoco ha contado con la opinión de intereses de los municipios y comarcas afectados".

Uno de los firmantes, el alcalde de Tronchón, Roberto Rabaza, sostiene que los planes para fusionar cuadrillas de dos localidades en una sola y, en algunos casos, trasladar el grupo resultante a una tercera población "no tienen sentido" porque alejan los equipos del bosque. Recalca que "si hay un incendio, la prioridad es llegar pronto para evitar que se extienda".

Rabaza señala que la comarca ha sufrido algunos de «lo incendios más graves» registrados en Aragón en las últimas décadas, como los de 1994 y 2009, con miles de hectáreas arrasadas, y "ahora quieren alejar las cuadrillas forestales". El alcalde de Tronchón reclama que el dispositivo mantenga su estructura actual porque ha demostrado su eficacia y "es uno de los que mejor funcionan en España". Agrega que los agentes de protección de la naturaleza tampoco comparten la redistribución en marcha.

Desde el Departamento de Medio Ambiente señalan que la reordenación de los recursos está inmersa en un proceso de participación ciudadana que sigue abierto. Un portavoz indica que el objetivo del plan es la adaptación "a las directrices que marca el plan de emergencias por incendios forestales (Procinfo) y generar equipos de trabajo más eficaces y profesionalizados". La reforma consolidará en Aragón entre 35 y 40 bases terrestres que se unirán a las 8 helitransportadas ya existentes. La portavoz aclara que la ubicación de los equipos no es "definitiva", pero en cualquier caso todo el territorio tendrá la cobertura "necesaria" para la prevención y extinción de incendios.

El director general de Medio Natural, Diego Bayona, explica que la reordenación pretende, "con un presupuesto razonable", garantizar un operativo profesionalizado y con las condiciones laborales y de seguridad adecuadas. Insta a los críticos con el proceso a "no mirar para otro lado" cuando hay trabajadores de las cuadrillas "que se cambian en la calle o en el suelo de una nave y que en pleno siglo XXI no pueden disfrutar de vacaciones en todo el año o hacen trabajos forestales a 40 grados en lugar de estar formándose para atender mejor a un incendio". A juicio de Bayona, el actual despliegue y sus condiciones son obsoletos y su objetivo es mejorarlo y profesionalizarlo.

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