despoblación

Alacón recibe a dos familias dispuestas a trabajar en su conservera y a salvar la escuela

Apadrina un Olivo y el Ayuntamiento han registrado más de 50 solicitudes en respuesta al llamamiento que lanzaron para atraer niños y evitar el cierre del colegio.

Las familias que visitaron Alacón, con responsables de Apadrina un Olivo y del Ayuntamiento.
Las familias que visitaron Alacón, con responsables de Apadrina un Olivo y del Ayuntamiento.
Apadrina un Olivo

Imane y Abde, de 4 y 10 años, no pueden estar más contentos y emocionados. La escuela de su pueblo no se cerrará y pronto tendrán nuevos amigos con los que jugar por las calles de Alacón. Por eso querían participar este sábado en el recibimiento a las dos familias con hijos candidatas a vivir y trabajar en el pueblo para lograr que no se cierre su escuela, que ahora solo cuenta con los dos hermanos.

Han pasado menos de dos semanas desde que Apadrina un Olivo y el Ayuntamiento lanzaran un «SOS» para tratar de salvar el colegio y han recibido más de 50 candidaturas de familias que estarían dispuestas a trasladarse a trabajar y vivir a esta localidad de la comarca de Andorra-Sierra de Arcos. Para lograr su objetivo lanzaron también una campaña de micromecenazgo que ha sido un éxito y que sigue abierta hasta el 15 de agosto. Ya se han alcanzado más de 13.000 euros recaudados para adquirir aperos y el material necesario para el puesto de trabajo que se ofrece.

El Ayuntamiento pidió ayuda a Apadrina un Olivo –asociación gestora de la conservera municipal–, ofreciendo un terreno de tres hectáreas para contratar a un agricultor que surta de productos autóctonos –generalmente puerros, alcachofas y pimientos– a la conservera. "Hemos demostrado que es posible. En menos de dos semanas y gracias a un ‘crowfundig’ hemos pasado de un escenario dantesco como es el cierre de una escuela y la posterior muerte de un pueblo a darle vida con personas que tienen mucha iniciativa", apunta Alberto Alfonso, impulsor de Apadrina un Olivo.

Las dos familias, una con tres hijos y la otra con cinco y otro más en camino, proceden de las provincias de Cuenca y Barcelona, respectivamente. Las dos tienen niños en edad escolar que salvarían la escuela, experiencia en el campo y se han mostrado muy interesadas no solo en vivir sino en integrarse en Alacón, algo muy importante para Apadrina un Olivo y el Ayuntamiento, que decidirán la próxima semana qué familia es la seleccionada.

El objetivo final es que la familia elegida consiga mantener la escuela abierta, pero también que se integre en la vida en Alacón y pueda disfrutar del trabajo y de la zona. "Aparte de que salven la escuela para nosotros es importante dar continuidad al proyecto de la conservera y que la familia se abra al pueblo. Todos tienen muchas ganas de integrarse, ya hablaban de iniciativas para dinamizar el pueblo, y la acogida de los vecinos no ha podido ser mejor, la gente en esta tierra es muy hospitalaria", explica Alfonso.

Las dos familias han estado en la huerta que trabajarían y conocieron el pueblo y todos sus servicios, desde la escuela a la tienda o la piscina. Por la tarde, vieron el Centro de Interpretación de Paleontología, que entusiasmó a los más pequeños; y hoy continuarán la visita en Oliete, localidad vecina en la que Apadrina un Olivo tiene sus olivos y su almazara.

Apadrina un Olivo solo oferta un puesto de trabajo en la huerta de Alacón, pero la demanda de conservas –comercializadas bajo la marca ‘Mi huerto’– está despertando gran interés. No descartan la posibilidad de que en el futuro puedan generarse más puestos de trabajo, lo que sería una gran noticia para Alacón y su escuela. En Oliete y bajo un modelo similar, el proyecto de recuperación de olivos centenarios ya emplea a 13 personas de forma fija.

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