El nuevo obispo de Teruel hará suyas "todas las reivindicaciones de la provincia"

El Papa nombra al altoaragonés José Antonio Satué prelado para la Diócesis turolense en sustitución de Antonio Gómez.

José Antonio Satué, en la plaza de San Pedro, en una imagen tomada con motivo de su nombramiento.
José Antonio Satué, en la plaza de San Pedro, en una imagen tomada con motivo de su nombramiento.
Heraldo

La Diócesis de Teruel y Albarracín, sin obispo desde que el pasado mes de marzo Antonio Gómez Cantero fuera nombrado prelado de Almería, ya tiene un nuevo mitrado. Se trata del oscense José Antonio Satué Huerto, de 53 años, sacerdote de la Diócesis de Huesca y actualmente oficial de la Congregación para el Clero en el Vaticano, cargo por el que permanece instalado en Roma desde 2015.

José Antonio Satué, que acaba de ser nombrado obispo de Teruel y Albarracín por el papa Francisco, recibirá la ordenación episcopal y tomará posesión de la Diócesis el próximo 2 de octubre a las 11.30, en una ceremonia abierta al público en la catedral de Teruel, si bien en ella se seguirán las medidas de seguridad e higiene a que obligue la pandemia en esos momentos.

El nuevo obispo afirmó este viernes desde Roma que no esperaba el nombramiento y que se siente "muy contento" de haber sido destinado a Teruel, una diócesis que, con 90.000 habitantes, es muy similar a la de Huesca. "Teruel es tierra de gente que conozco bien, muy franca, a veces demasiado", señaló. Satué explicó que, tras seis años en el Vaticano, "echaba de menos volver al trabajo pastoral con familias, jóvenes y niños".

Conocedor del medio rural, al haber pasado su infancia en Sesa, un municipio oscense que hoy cuenta con solo 100 vecinos, destaca que sabe muy bien que llega a una provincia marcada por la despoblación, un fenómeno demográfico que él califica de "dramático". Aunque lo primero que quiere hacer es "abrir las orejas y el corazón para escuchar a todo el mundo", anuncia que, a partir de ahora, "las reivindicaciones de Teruel serán las mías". Y añade que, si bien ha sido llamado para "alentar en la fe", también a través de ella "se puede colaborar con el desarrollo económico y social de un territorio".

Satué ha sido felicitado personalmente por el presidente de la Conferencia Episcopal Española y cardenal y arzobispo de Barcelona, el turolense Juan José Omella, a quien le une una estrecha amistad. El nuevo obispo de Teruel y Albarracín conoció al representante de los prelados españoles siendo seminarista y fue él quien le envió por primera vez a Roma para que se formara en Derecho canónico.

José Antonio Satué consideró "un honor y una alegría" poder trabajar en la tierra natal de Juan José Omella, pero declinó pronunciarse sobre el ‘procés’ catalán y el respaldo de la Conferencia Episcopal Española a los obispos de Cataluña, quienes valoraron la necesidad de aplicar medidas de gracia, o lo que es lo mismo, indultos, a los líderes secesionistas como herramienta para el perdón y desde el "respeto de la justicia".

Los límites territoriales de la Diócesis, a revisión

El nuevo obispo de Teruel se muestra dispuesto a revisar los límites territoriales de la Diócesis de la que ya es cabeza visible, que no coinciden con la extensión de la provincia en su totalidad. Su obispado abarca desde el sur de Teruel hasta Alcorisa, ya en el Bajo Aragón, una zona que depende del Arzobispado de Zaragoza.

"Es una reivindicación histórica de Teruel y tendremos que ver cómo está todo", dice. José Antonio Satué se encontrará con la torre mudéjar de la catedral de Teruel recién restaurada, algo que valora muy positivamente, pues "el patrimonio ayuda a transmitir la fe y a desarrollar el territorio".

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