peatonalización

Los 10 accesos al Centro Histórico de Teruel estarán vigilados por 11 cámaras para que solo circulen coches autorizados

El pleno aprueba este viernes el plan para peatonalizar el casco antiguo con una inversión de 265.062 euros.

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El Centro Histórico de Teruel quedará cerrado al tráfico rodado en 2022 con la aplicación de plan que este viernes aprobará el pleno del Ayuntamiento, que prevé limitar el paso al centro urbano a vehículos de vecinos, de servicios de emergencias, de carga y descarga y a clientes de los establecimientos hoteleros. Para sancionar a los conductores que penetren sin autorización, se instalarán 11 cámaras de vigilancia en los diez puntos de entrada y salida al casco antiguo que grabarán las matrículas para sancionar a los automovilistas que transiten sin permiso.

El eje formado por la plaza de San Juan, la calle de San Juan, la plaza del Torico, la calle del Tozal y algunas vías adyacentes quedará cerrado a la circulación rodada, con la excepción de los vecinos y la carga y descarga, pero no será en ningún caso un lugar de paso. Esta franja más restrictiva actúa como una "barrera" que divide el Centro Histórico en dos mitades con entradas y salidas independientes.

Habrá un segundo nivel de restricción en el que podrán circular todos los vehículos autorizados. Solo quedarán abiertas a la circulación sin restricciones las calles Portal de Valencia y Joaquín Arnau para acceder al parquin subterráneo de San Juan. Además, la parada de taxis de la calle Comandante Fortea se traslada a Joaquín Arnau. Algunas plazas conservarán su uso exclusivamente peatonal, como las del Seminario, las Monjas y los Amantes.

El plan, que en su debate en comisión informativa recibió los votos a favor de todos los partidos con la única abstención de Vox, analiza distintas opciones para cerrar el Centro Histórico al tráfico, pero se inclina por un dispositivo de cámaras de vigilancia porque "es el más flexible, el que puede requerir menores inversiones en su instalación y el que permite un control más automático". Entre sus ventajas, destaca una actualización de las matriculas autorizadas rápida y eficaz –está opción permitirá, por ejemplo, introducir los vehículos de los clientes de hoteles–.

La instalación de las cámaras, las señales y carteles que advertirán de que el centro urbano está cerrado al tráfico, bolardos y del sistema de transmisión de las imágenes al centro de control costará 265.062 euros con la red de comunicación soterrada. Si el cableado es aéreo, el importe se rebaja a 139.438 euros. El coste definitivo lo fijará el proyecto de ejecución y la financiación correrá a cargo de la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible Integrado (Edusi), financiada al 50% por la Unión Europea.

La peatonalización suprime 31 plazas de parquin en zona azul y 3 en zona naranja –para residentes–. Los 14 estacionamientos de la plaza de la Bombardera se eliminan. Aparecen 8 plazas para paradas de "cortesía" destinadas a pasajeros que se dirijan al Centro Histórico y que podrán para bajarse del coche en sus inmediaciones.

Se amplían las plazas de carga y descarga de las 49 actuales a 56, pero 34 de ellas pasan a ser "mixtas" y podrán utilizarse por conductores autorizados a entrar en el Centro Histórico y que transporten a personas con movilidad reducida o mercancías de forma esporádica.

El concejal delegado de Infraestructuras, Juan Carlos Cruzado, explica que la ejecución del sistema de vigilancia y la señalización será "fácil" y se llevará a cabo en dos o tres meses.

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