Las fuertes heladas tras Filomena acaban con la vegetación de 100 kilómetros de mediana en la A-23 a su paso por Teruel

El Ministerio de Transportes poda los arbustos que separan las dos calzadas de la autovía y espera a ver la evolución de las plantas.

Vegetacion en la mediana de la Autovia A-23 en Teruel, que tendra que ser sustituida tras la helada de este invierno. Foto Antonio Garcia/Bykofoto. 20/05/21[[[FOTOGRAFOS]]]
La vegetación en la mediana de la A-23 en Teruel tendra que ser sustituida tras la helada de este invierno.
Antonio Garcia/Bykofoto

Las fuertes heladas registradas el pasado enero en las tierras altas de la provincia tras el temporal Filomena, con mínimas de hasta 21 grados bajo cero en Teruel, han acabado con la vegetación de la mediana en 100 kilómetros de la autovía A-23, además de arrasar los arbustos en otros 7 kilómetros de vías de servicio. El Ministerio de Transportes va a realizar una poda de las plantas heladas, que han tomado un mortecino color marrón cuando a estas alturas del año deberían estar cubiertas de flores amarillas, y espera a su evolución posterior para decidir la solución a tomar.

Los arbustos dañados por el frío corresponden a las especies Retama sphaerocarpa y Spartium junceum, utilizadas para separar las dos calzadas de la autovía. Desde el Ministerio de Transportes señalan que "en estos momentos se está haciendo la poda ordinaria, y se analizará a lo largo de los próximos meses cómo responden las plantas y, en consecuencia, el cauce de actuación". La misma fuente apuntó que, en algunos puntos, los arbustos dañados podrían rebrotar.

Los daños en la mediana se suman a otras afecciones en la vegetación de las zonas altas de la provincia, donde la especie más castigada ha sido el pino silvestre, seguido del pino carrasco y las encinas. Los árboles caducifolios han soportado mejor las heladas al no tener expuestas al frío las hojas, la parte más sensible al hielo, que con la cristalización del agua destruye los tejidos vegetales.

El ingeniero forestal del servicio provincial de Medio Ambiente Felipe Rosado ha explicado que es posible que las plantas de la mediana de la A-23 rebroten más adelante porque las partes enterradas pudieron salvarse de las heladas al estar protegidas por la tierra y la nieve. Además, la disponibilidad de agua facilitará su recuperación.

Pinos silvestres muertos de raíz en Mosqueruela

Peor lo tendrán los pinos silvestres en zonas de Mosqueruela, Puertomingalvo, Linares de Mora, Alcalá de la Selva y algunos puntos de la Sierra de Albarracín, donde el intenso frío provocó la muerte de los árboles desde la raíz. Los daños, aunque más leves y centrados en las hojas, se extienden a pinos carrascos y encinas del campo de Bello, Báguena, Burbáguena y Luco de Jiloca, donde la inversión térmica –más frío en las zonas bajas que en las altas– provocó más daños en las partes inferiores de las laderas. La afección se extiende a espacios del entorno de la capital turolense, como Fuente Cerrada o el cerro de Santa Bárbara, y alcanza al interior de la ciudad, con arbustos de jardín que han tenido que ser podados severamente para eliminar las partes muertas y facilitar su regeneración.

Rosado ha aclarado que el pino silvestre es una especie que "sufre habitualmente" porque las condiciones de la provincia están en el límite de su hábitat y los ejemplares eliminados por las heladas han sido los de las periferias del bosque o los aislados. La afección a encinas y carrascas se limita, según el ingeniero forestal, a las hojas y partes más tiernas pero, previsiblemente, los árboles rebrotarán más adelante porque las partes leñosas se salvaron del efecto destructivo del frío.

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