Teruel

Las bodas en los juzgados de Teruel, ‘online’ mientras dure la pandemia

El juez oficia el enlace a través de una pantalla, desde una sala distinta a la que ocupan los novios, una fórmula que no se usa en Zaragoza y Huesca

Teruel
Sergio Vázquez y Aída Labrador, en un momento de su boda el pasado 19 de marzo en el juzgado de Teruel, que se celebró de forma online, con el juez oficiando a través de una pantalla.
Heraldo

El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número dos de Teruel, encargado de oficiar las bodas civiles, se ha convertido en el único de Aragón que utiliza una fórmula virtual para llevar a cabo los casamientos. Con el fin de evitar los contagios por covid, el juez y el secretario judicial casan a los novios a través de una pantalla, sin estar presentes en la sala de vistas donde se encuentran los contrayentes junto con los testigos y los familiares y amigos más próximos.

La medida no se ha adoptado ni en Huesca ni en Zaragoza, donde los jueces y secretarios acuden de forma presencial a la sala en la que se encuentra el futuro matrimonio. Desde el Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) explican que en los juzgados de estas dos provincias se ha establecido un aforo limitado de personas para la celebración de enlaces, pero, al considerarse que se trata de un "servicio esencial", los participantes en estos desposorios permanecen en persona.

El juez del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número dos de Teruel, Jorge Cañadas, explica que decidió oficiar las bodas por videoconferencia –él permanece en su despacho– para evitar contagios y ofrecer a los contrayentes y a sus familiares una garantías de seguridad en la celebración. Señala que mientras continúe la pandemia y solo una pequeña parte de la población esté vacunada, la fórmula virtual seguirá siendo la que se utilice en las bodas. "Las autoridades sanitarias siguen recomendando distancia social", subraya. Cañadas añade que el hecho de que el juez y el secretario no estén en la misma sala que los novios permite a estos traer a su boda a dos personas más que, de otro modo, ante la limitación de aforo existente, no podrían acudir.

El juez de Teruel asegura que los contrayentes no se quedan decepcionados al ver que el principal oficiante de la boda es una imagen en una pantalla. "Al revés, se muestran muy comprensivos y colaboradores con la situación y nos felicitan por lo bien organizado que está todo", señala el magistrado.

"Contaremos a nuestra hija que nos casó una pantalla"

Pero lo cierto es que algunas parejas sí se llevan una sorpresa cuando ven que el juez no está de forma presencial. Así lo explica Nacho, un joven turolense que contrajo matrimonio civil con su novia el pasado mes de septiembre. "Algún día le contaremos a nuestra hija pequeña que nos casó una pantalla", dice sin perder el humor. "Al principio te choca la situación, pero es verdad que el coronavirus está ahí y lo que hay que hacer es evitar contagios adaptándote a cada momento", puntualiza.

También Sergio Vázquez y Aída Labrador contrajeron matrimonio civil, el pasado 19 de marzo, por videoconferencia en el juzgado turolense. Señalan que no les importó que el juez no estuviera de forma presencial porque "lo que queríamos era casarnos y ya está, habíamos pospuesto la boda por la pandemia y no queríamos esperar más".

Jorge Cañadas señala que, desde el verano pasado, ha venido celebrando una media de entre 3 y 4 bodas cada tres semanas, todas mediante videoconferencia. Destaca que, previsiblemente, el número de enlaces aumentará en las próximas fechas, a medida que vayan quedando atrás los tiempos más duros de la pandemia. El juez destaca que estas bodas ‘online’ son posibles gracias a la habilitación por parte del Gobierno aragonés de una sala virtual que permite la celebración de juicios y otros eventos a distancia.

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