patrimonio

La Fundación Santa María de Albarracín retoma la actividad tras el parón de la covid con un presupuesto de 600.000 euros

La Fundación aprueba su programación para 2021 y negocia un convenio con Térvalis para un plan de restauraciones en Teruel.

Reunión del patronato de la Fundación Santa María de Albarracín en el palacio episcopal.
Reunión del patronato de la Fundación Santa María de Albarracín en el palacio episcopal.
Jorge Escudero

La Fundación Santa María de Albarracín retoma la actividad en 2021 con un presupuesto de 600.000 euros para restauraciones, cursos y actividades culturales tras el parón forzoso de 2020 como consecuencia de la covid-19. El patronato de esta entidad cultural sin ánimo de lucro participada por la DGA, el Ayuntamiento y el Obispado, entre otros organismos y particulares, se ha reunido este jueves bajo la presidencia de José Ángel Biel en el palacio episcopal para aprobar la programación anual y el presupuesto.

Una de las prioridades de la Fundación para 2021, año en el que se conmemora el 25 aniversario de su constitución, será la firma de un convenio de colaboración con la Fundación Térvalis para extender la actuación restauradora, hasta ahora centrada en Albarracín, a la capital turolense. El acuerdo, en negociación, prevé destinar la financiación de Térvalis a la reparación de distintos monumentos, entre los que figurarán las iglesias de San Martín y San Miguel, la traída de aguas renacentista, la Escalinata y la fuente monumental de San Francisco.

José Ángel Biel ha señalado que se había previsto celebrar actos conmemorativos del primer cuarto de siglo de existencia de la Fundación, pero han quedado aparcados ante la situación de pandemia. Matiza, no obstante, que la "mejor celebración" del 25 aniversario será la firma del convenio de colaboración con Térvalis, que permitirá a la Fundación Santa María embarcarse en actuaciones de recuperación del patrimonio en Teruel con un paquete de obras pactado con el Ayuntamiento a desarrollar en varios años.

El programa de 2021 incluye 28 acciones que, en gran medida, replican las previsiones de 2020 que no pudieron llevarse a cabo por la pandemia. Cuatro proyectos serán de restauración y consistirán en recuperar la muralla de Albarracín y la adecuación paisajística de su entorno, con 130.000 euros; el acondicionamiento de los almacenes de la Catedral con 50.000 euros; y la restauración de las pinturas murales de las ermitas de Loreto de Fortanete y del Calvario en Bordón, ambas financiadas por la Comarca del Maestrazgo con 7.000 euros cada una.

El gerente de la Fundación, Antonio Jiménez, resalta la rentabilidad de las restauraciones llevadas a cabo por esta entidad sin ánimo de lucro. La actual plantilla, de cuatro trabajadores, podría ampliarse en función de las necesidades. La Fundación tiene 18 empleados, aunque, debido a la pandemia, solo están activos los dedicados a restaurar, mientras que el resto está afectado por un ERTE.

La Fundación ha programado siete cursos de restauración de bienes culturales y otros cuatro de distintas materias –pintura de paisaje, historial medieval, música y fotoperiodismo–. Además, están programadas seis exposiciones, cinco conciertos y la participación en el proyecto ‘Sonotomia’, en el que participan también Portugal y Hungría y recoge sonidos vinculados a distintos medios –urbano, rural y marítimo–.

En la reunión del patronato, han participado también el presidente de la DPT, Manuel Rando; la teniente de alcalde de Albarracín, Rebeca Benad; el empresario Manuel Pizarro el notario Honorio Romero y Juan Pablo Ferrer en representación del Obispado. Biel abrió la reunión con un recordatorio para personas estrechamente vinculadas a la Fundación que han fallecido en el último año: el expresidente aragonés Santiago Lanzuela, el que fue obispo de Teruel y Albarracín Antonio Algora, el exalcalde Octavio Collado y la jefa de gabinete de la Vicepresidencia de la DGA Marta Izaguirre.

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