Ariño y Oliete tendrán las sirenas de alerta de riadas que reclaman desde la avenida que costó la vida de un vecino en 2013

Oliete y Ariño harán realidad su aspiración de contar con una sistema de alerta de riadas mediante sirenas que evite situaciones como la vivida en 2013, cuando una inesperada avenida del río Martín acabó con la vida de un vecino de Oliete, Carlos Trallero, al que arrastró el agua, además de causar cuantiosos daños materiales en las riberas.

La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) acaba de sacar a licitación la implantación del plan de emergencia de la presa de Cueva Foradada, que incluye como principal medida la colocación de sirenas de alarma a la población en el propio pantano, en Oliete y en Ariño.

La aplicación del plan de emergencia, que se remonta a 2003, cumplirá las demandas de los ayuntamientos de las dos localidades ribereñas del Martín, que tras la riada de 2013 reclamaron la instalación de un sistema de alarma para evitar desgracias en caso de nuevas crecidas.

La implantación del plan de emergencias sale a licitación por 213.327 euros y un plazo de ejecución de seis meses. Las ofertas pueden presentarse hasta el próximo 6 de mayo. Además del dispositivo de alerta a la población mediante sirenas, el proyecto prevé la habilitación de un centro de gestión de emergencias, un plan de formación de los distintos usuarios del sistema con un curso de formación de 20 horas y un programa de información a la población afectada.

Las tres sirenas se desplegarán en la zona que se vería inundada en los primeros 30 minutos tras un hipotético desmoronamiento de la presa. Aunque Ariño está fuera de la zona inundable en la primera media hora del derrumbamiento, el proyecto incluye una sirena "debido a la entidad de la población", con 712 habitantes, y a que está "muy próxima" al alcance de 30 minutos.

Ante la dificultar de montar la sala de emergencias en la casa de administración de la presa por estar ubicada en el área inundable en la primera media hora tras la rotura del pantano y ante el difícil acceso a las inmediaciones del embalse, el pliego de condiciones contempla como "opción más viable" disponer una "sala móvil" consistente en un maletín portátil equipado con los elementos tecnológicos necesarios, una alternativa que "ya se encuentra en funcionamiento para otras presas explotadas por la CHE", según indica el proyecto.

Las sirenas, con una potencia sonora de 109 decibelios a 30,5 metros, se ubicarán en la presa, en el depósito de agua potable de Oliete y en el polideportivo municipal de Ariño. Deberán estar operativas incluso "en circunstancias extremas de emergencia".

El primer pueblo en recibir el impacto de la ola derivada de una hipotética rotura del pantano sería Oliete, donde la avalancha llegaría a los 9,6 minutos para alcanzar el máximo de inundación a los 19. A la media hora, la avalancha estaría a las puertas de Ariño.

El alcalde de Ariño, Joaquín Noé, celebró la próxima instalación de las sirenas, aunque sea ocho años después de que fueran reclamadas. "Bienvenidas sean porque darán seguridad frente a las riadas", añadió. Recordó que, ante las reclamaciones municipales tras los sucesos de 2013, técnicos de la CHE visitaron la localidad para encontrar el mejor emplazamiento posible para el emisor. «Al final, la reclamación saldrá adelante», concluyó.

Desde la CHE señalaron que la licitación de la aplicación del plan de emergencia de Cueva Foradada responde al plan del organismo de cuenca de extender estos equipamientos a todas las presas donde son obligatorios.

La presa de Cueva Foradada entró en servicio en 1926 con una capacidad de 22 hectómetros cúbicos. Tiene una altura de 45 metros sobre el cauce. Su único acceso rodado es desde Oliete por una carretera de tres kilómetros. Además del aprovechamiento para regadíos, nueve localidades se abastecen desde este embalse.