Teruel pasa de tener los peores datos de covid a registrar la incidencia más baja en Aragón en menos de un mes

Seguir con las principales ciudades confinadas –Teruel y Alcañiz– y con unas estrictas limitaciones de horarios y aforos mientras los demás empezaban a a ver cómo se relajaban las restricciones parece haber dado sus frutos. Tras casi dos meses registrando con tozudez los peores datos de Aragón –del 4 de enero al 27 de febrero–, en apenas dos semanas la situación ha dado un vuelco y ahora Teruel presenta la incidencia más baja de las tres provincias de la Comunidad.

Lejos queda el terrible pico que Teruel tuvo a finales de enero, con una incidencia acumulada a siete días de 925,6 casos por cada 100.000 habitantes frente a los 356 de Zaragoza, los 163,9 de Huesca y los 392,1 de media en Aragón. Esta semana, la provincia registra tan solo 29,1 casos por 100.000 habitantes; Zaragoza 70; Huesca 60,2 y Aragón, 66. Este martes solo se notificaron 4 contagios en toda la provincia: dos en Teruel capital, 1en Utrillas y otro en Alcorisa.

Para el presidente del Colegio de Médicos de Teruel, Ismael Sánchez, los buenos datos son el resultado "de la gran responsabilidad con la que han asumido los turolenses los consejos de las autoridades sanitarias". Señala, no obstante, que también habrá influido el prolongado confinamiento de la capital turolense –se levantó hace solo 10 días– y el hecho de que la provincia siga aislada de las comunidades que aportan más turistas, como son Valencia, Cataluña y Madrid. Alerta de que Aragón podría sufrir una nueva oleada de coronavirus si durante la Semana Santa "todo el mundo empieza a juntarse y a no tener cuidado".

El jefe de la uci del hospital Obispo Polanco de Teruel, José María Montón, sostiene que la explicación al cambio radical que ha experimentado la provincia está en el carácter "cíclico" de la pandemia. "Los territorios que estaban peor, ahora están mejor y a la inversa", afirma. Admite que el confinamiento autonómico supone, además, "una barrera" frente al virus, al limitarse el contacto entre habitantes de comunidades con distintas incidencias.

El médico de Urgencias del Obispo Polanco Jesús Martínez Burgui atribuye la bajada de contagios al "temor" que produjeron en la población las elevadas cifras tras las fiestas navideñas, algo que se tradujo en la observancia de mayores medidas de prevención entre los vecinos. A su juicio, la "actitud personal" a la hora de prevenir la infección es "fundamental". Por su parte, el facultativo de Medicina Interna Luis Ciprés, que ha estado durante toda la pandemia en primera línea de combate al coordinar la planta de ingreso de pacientes covid, celebra el descenso de la curva. En las habitaciones destinadas a enfermos de coronavirus hay ahora solo seis pacientes frente a los más de 50 que hubo en enero.