Endesa solicita la extinción de la concesión de 18 hectómetros cúbicos de agua al año del Guadalope, un recurso que destinaba a la refrigeración de la central térmica de Andorra, cerrada desde junio de 2020. La cancelación preocupa a los regantes, que temen que el precio del agua se dispare para compensar la caída de ingresos con la retirada de la empresa eléctrica, que aportaban un canon anual de 400.000 euros, el 45% del total abonado por los distintos usuarios, además de asumir el coste energético del bombeo para elevar agua del Ebro a la cuenca baja del Guadalope en caso de necesidad, lo que suponía una aportación extra de 960.000 euros anuales.

Por último, Endesa hubiera aportado 11 millones al recrecimiento del pantano de Santolea, una inversión que ahora pasa a depender del resto de los consumidores del agua de la cuenca. El presidente de la Junta Central de Usuarios del Guadalope, José Fernando Murria, explica que, de asumir todos los costes que soportaba Endesa, los regantes pasarán a pagar 205 euros por hectárea, frente a los 58 que pagan como máximo actualmente. Murria advirtió de que el importe es "inasumibles" para los agricultores.

El Boletín Oficial de la Provincia de Teruel ha publicado este miércoles el anuncio de la extinción de la concesión de agua para Endesa, que se remonta a 1982 con un caudal máximo de 0,9 metros cúbicos por segundo y un tope anual de 18 hectómetros cúbicos. La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) publica el aviso para que "quienes se consideren perjudicados" puedan presentar reclamaciones en los próximos 25 días.

José Fernando Murria adelanta que el sindicato de regantes presentará alegaciones recordando el perjuicio que soportarán los usuarios del agua con la retirada de Endesa y la cancelación de su aportación económica a la cuenca.

El dirigente de los regantes reconoce, no obstante, que en el último mes se han producido contactos con el Ministerio para la Transición Ecológica y con la CHE en busca de una solución que rebaje los costes del agua para los usuarios del Guadalope tras la retirada de Endesa. José Fernando Murria confía en que el Gobierno asumirá la aportación de Endesa al recrecimiento de Santolea y parte de las aportaciones al canon del agua y a la elevación desde el Ebro para los riegos de Caspe.

Los 18 hectómetros cúbicos anuales que libera el cierre de la térmica de Andorra se destinarán preferentemente a agua de boca y usos industriales, pero, aún así, el presidente de la Junta de Usuarios considera que queda margen para ampliar la superficie regada por el Guadalope, una medida que abarataría los costes por hectárea.