Las dos placas de la fuente del Torico que contienen inscripciones acerca de la leyenda sobre la fundación de la ciudad de Teruel han sido restauradas y vuelven a lucir desde este lunes en su ubicación original. El Ayuntamiento ha impulsado esta actuación, que ha tenido un coste de algo más de 7.400 euros.

Los rótulos fueron retirados en su día de este emblemático monumento turolense tras detectarse un deterioro importante de los mismos, especialmente en su soporte metálico. Los trabajos de restauración han consistido esencialmente en recuperar las partes originales que todavía se encontraban en buen estado, como los adornos y las letras que componen las inscripciones, y colocarlos otra vez en una base metálica nueva.

La fuente del Torico, uno de los iconos más importantes de la ciudad, fue construida en 1858 sustituyendo a otra, obra del ingeniero francés Quinto Pierres Vedel –autor también del Acueducto de los Arcos y de la Traída de aguas de la ciudad–, levantada en el siglo XVI.

En una de sus placas, la que está orientada hacia la calle del Tozal, se alude a los símbolos del toro y la estrella, a los que la tradición atribuye la ubicación de la ciudad. En la pieza que mira hacia la calle Nueva se recuerda que el rey Alfonso II conquistó la ciudad en 1171.

La fuente tiene una columna de siete metros de alto en el centro sobre la que se encuentra El Torico, la escultura que se ha convertido en el símbolo de Teruel y que hace que la plaza, dejando a un lado los tiempos de pandemia, reciba a diario decenas de turistas.