La suspensión de Las Bodas de Isabel priva de una inyección económica de 16 millones a Teruel

La cancelación de las fiestas por la covid-19 vacía los hoteles donde antes se colgaba el cartel de completo. 

Roche Murciano, presidente de los hosteleros en Teruel /2021-02-19/ Foto: Jorge Escudero[[[FOTOGRAFOS]]]
Roche Murciano, en el comedor de su hotel vacío en unas fechas en que colgaba el cartel de completo.
J. E.

La cancelación de la fiesta medieval de Las Bodas de Isabel de Segura restará a la economía de Teruel una inyección de 15,8 millones de euros, de acuerdo a la estimación que hizo la Universidad Europea Miguel de Cervantes de Valladolid en 2018. La hostelería será el sector más afectado, pero la caída de ingresos se extenderá también al comercio y, en particular, al vinculado con la confección de indumentarias de época.

La ocupación hotelera es uno de los indicadores más reveladores del varapalo económico que comporta la anulación de una de las dos fiestas más multitudinarias de la ciudad con La Vaquilla. Los alojamientos –la ciudad tiene 46 hoteles con 2.000 plazas– están vacíos en unas Bodas limitadas a una versión exclusivamente digital.

El presidente de Teruel Empresarios Turísticos, Roche Murciano, explicó que en su hotel El Mudayyan tiene reservadas 5 de sus 29 habitaciones, cuando en las anteriores fiestas de Los Amantes colgaba el cartel de completo y tenía que reforzar la plantilla. Este año mantiene el mínimo servicio personalmente o con ayuda de su familia. Solo conserva una empleada contratada para la limpieza, muy lejos de los 11 trabajadores de las anteriores Bodas de Isabel.

Las escasas habitaciones reservadas las ha conseguido gracias a una oferta especial que rebaja la tarifa de los 60 euros por noche habituales a 30, un precio que incluye una botella de cava y pétalos de rosa para decorar. «Solo trato de cubrir los gastos», se lamenta el hotelero.

Murciano ha conseguido la mínima ocupación de estas fechas a costa de tirar los precios porque, frente a los 60 euros por habitación habituales y los 30 que cobra este fin de semana, en la edición de 2020, celebrada un mes antes del estallido de la pandemia, los precios se dispararon hasta 180 euros, el triple de lo habitual. Explica que, sin la rebaja, "no habría nadie". "Solo trato de capear el temporal con los menores costes posibles", concluye.

La restauración es también otro sector castigado, con caídas que para los bares y restaurantes sin terrazas –la única opción para la hostelería con la actual normativa anticovid en la ciudad– es del 100% respecto a 2020. Agustín Cebollada, propietario del Gran Café de Teruel, explica que la avalancha de público de Las Bodas le permitía otros años "salvar enero y febrero", un periodo muy flojo antes de que surgiera la fiesta medieval, hace 25 años.

El sábado de Las Bodas, Cebollada servía 180 comidas en su cafetería-restaurante y tenía que ampliar su plantilla de ocho trabajadores con dos empleados más para atender la demanda. «Era el mejor fin de semana del año, con la Vaquilla. Trabajábamos mucho esos días», recuerda el hostelero.

El estudio de la Universidad Miguel de Cervantes desmenuzaba el tirón económico de Las Bodas y señalaba que el público foráneo gasta anualmente 6,2 millones de euros, fundamentalmente en alojamiento y comida. Se trata de visitantes que gastan una media de 73 euros por día. El informe señala que durante los cuatro días de las fiestas –de jueves a domingo– visitan la ciudad 90.000 personas, en su práctica totalidad españoles, una cifra que casi triplica la población local.

Uno de los lugares de paso obligado para el público asistente y también un potente foco de actividad económica es el mercadillo medieval, que reúne cerca de 300 puestos entre el Centro Histórico y el Ensanche. Para los vendedores, es uno de los mercados más apetitosos del invierno en España. Daniel Pérez, un quesero gallego, monta dos puestos en Las Bodas desde 2004 porque Teruel, durante la fiesta de Los Amantes, «es una plaza buena» con mucha clientela y con un público "agradecido".

El quesero define al mercadillo turolense como "un referente del mes de febrero" para la venta ambulante. La facturación en las fiestas de Los Amantes le ayuda a "salvar" la rentabilidad del negocio durante el invierno.

Expectativas para 2022

Uno de los coautores del estudio sobre el impacto económico de Las Bodas, el profesor de la Universidad Europea Miguel de Cervantes Carlos Belloso, se muestra cauto respecto a las expectativas generadas por la edición de 2022. Advierte de que, si la pandemia no ha sido erradicada y sigue activa aunque sea de forma "debilitada", la afluencia a la fiesta medieval se verá "mermada".

Aclara, no obstante, que, si las vacunas hacen su efecto y la covid-19 "queda atrás", en 2022 se producirá una previsible "proliferación de celebraciones, fiestas, y eventos que no se han podido realizar en 2020 y 2021 y se han ido aplazando". En este supuesto confía en el tirón de Las Bodas, que "se situaría en una posición excelente, pues ocupa un nicho en el calendario festivo español, a mediados del mes de febrero, que no tiene competidores ni nadie que le reste público. Y, efectivamente, las ganas de participar de nuevo en una edición presencial, tras este duro impás, serían enormes". 

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