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Los hermanos acusados de asesinar y emparedar a su madre en Pozondón reconocen los hechos en el juicio

Pedro Blasco admite en la Audiencia Provincial que en 2017 asfixió a su madre de 88 años con una almohada y su hermana Isabel que colaboró con él. 

Los hermanos Pedro e Isabel Blasco Yusta, acusados del asesinato de su madre de 88 años Ángela Yusta, cometido en 2017 en Pozondón, y del posterior ocultamiento de cadáver emparedado en un armario, han reconocido los hechos en el juicio con jurado que se celebra este jueves en la Audiencia Provincial de Teruel. El crimen se cometió en la vivienda familiar y los dos hermanos han admitido que escondieron el cuerpo de su madre para seguir cobrando su pensión, lo que les permitió ingresar 30.755 euros hasta que se descubrió el asesinato en junio de 2019, cuando los acusados confesaron lo ocurrido.

En la vista, que ha durado menos de dos horas ante la conformidad de las defensas con la petición de pena de la Fiscalía, varios guardias civiles que intervinieron en el caso han explicado que Pedro Blasco confesó "espontáneamente" que había asesinado a su madre apoyando una almohada sobre su rostro hasta que dejó de respirar. Posteriormente, con la ayuda de su hermana, escondieron el cadáver en un armario. Según ha explicado uno de los forenses que participaron en el levantamiento del cadáver, Pedro intentó más adelante quemar el cuerpo sin vida de su madre "porque olía mal", aunque desistió al ver que las llamas se descontrolaban. 

El fiscal, Benito Soriano, pide 16 de años de cárcel para Pedro Blasco como autor material de la muerte de su madre y ocho para su hermana como cómplice, porque aunque supo de las intenciones de su hermano no hizo nada por impedir el crimen. También pide por fraude a la Seguridad Social por el cobro indebido de la pensión de la fallecida seis meses de prisión y les obliga a devolver los 30.755 euros cobrados fraudulentamente. Aplica, no obstante, en el asesinato la atenuante de actuar de actuar por "un arrebato". Ha explicado que la jornada en la que se produjo el asesinato la Ángeles Yusta, que padecía Alzheimer, perdida de visión y graves problemas de movilidad, había estado particularmente alterada con gritos y continuas llamadas a sus hijos para pedir ayuda. La situación de la madre provocó la respuesta "irreflexiva" de su hijo, que le comunicó a su hermana: "Lo voy a hacer". 

Mientras Pedro acababa con la vida de Ángeles Yusta en el primer piso de la vivienda, su hermana permaneció impasible en la planta baja, pero cuando fue requerida por su hermano le ayudó a esconder el cadáver. Isabel Blasco se ha mostrado profundamente "arrepentida" por todo lo ocurrido durante la vista y en varios momentos no ha podido contener el llanto.  Al terminar la sesión y ante el ofrecimiento del tribunal para que dijera lo que estimase oportuno, ha dijo que no tenia "nada que decir", para matizar a continuación. "No he hecho nada".

Pedro, que ha admitido todos los argumentos del alegado del fiscal -al que se han adherido las defensas-, ha manifestado al concluir la vista que "siempre" ha respetado y respetará el "sistema judicial español y a las fuerzas de seguridad" y que confía en que la penga que se le imponga "sea justa".

La principal discrepancia entre las partes representadas en el juicio ha sido la mantenida entre los abogados de la Seguridad Social y de Bankia, entidad donde tenía la cuenta Ángel Yusta para recibir la pensión. Bankia, responsable subsidiaria de la devolución del dinero ingresado indebidamente por los hijos de la víctima, reingresó el importe íntegro a la Seguridad Social, pero ahora pide recuperar el dinero no consumido de los 30.755 euros que sigue en la cuenta de los beneficiarios y que está bloqueada. 

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