El servicio de teleasistencia de la Diputación Provincial de Teruel instalará 300 detectores de gases y humo como complemento de los actuales dispositivos de atención a las personas mayores. La directora de operaciones de la empresa que presta el servicio, Domusvi, Auxiliadora Galán, indicó que las alarmas de gases y humo se instalarán en los domicilios donde se detecte su necesidad. Galán añadió que se trata de un dispositivo “habitual” en otros territorios en los que opera la compañía y resaltó su utilidad para evitar intoxicaciones por monóxido de carbono, un gas de difícil detección que puede resultar mortal.

La Diputación ha informado de que, aunque inicialmente, se montarán 300 detectores el número podría ampliarse en función de “las necesidades”. Galán señala que el caso más frecuente de emisión de humos en las casas de los usuarios de la teleasistencia es dejarse una sartén en el fuego. En este supuesto, el detector alertaría a la central encargada del seguimiento del anciano.

El año pasado se cerró con 1.643 usuarios de la teleasistencia, un 1,33% menos que al acabar 2019. Durante 2020 se procedió a la sustitución del anterior gestor, Cruz Roja, por Domusvi. El proceso de traspaso se demoró más de lo previsto como consecuencia de la pandemia, lo que obligó a acordar prórrogas con Cruz Roja hasta que, en julio, se incorporó la nueva empresa. 

El presupuesto del servicio para 2021 es de 253.092 euros, de los cuales el instituto Aragonés de Servicios Sociales aporta un máximo de 170.562 mientras que el resto corre a cargo de la Diputación. El coste para el usuario oscila entre un máximo de 141 euros y un mínimo de 14.

La diputada delegada de la tercera edad, Rosario Pascual, ha informado de que en el periodo de interinidad de Cruz Roja una persona se encargó de contactar con todos los demandantes en lista de espera para llamarles a diario para conocer su estado a la espera de la conexión de la teleasistencia.

Auxiliadora Galán ha explicado que la incidencia de la covid-19 entre los beneficiarios de la teleasistencia ha sido baja, con sus puntos más álgidos en los pasados meses de agosto y septiembre.

Durante la pandemia, el servicio ha contactado con los usuarios para paliar su “sensación de miedo” y tranquilizarles, además de recomendar pautas de comportamiento seguras. Con el pasado temporal Filomena, los operadores contactaron con los usuarios para advertirles de que no salieran a las calles nevadas o congeladas y para saber si necesitaban alimentos o medicinas con urgencia .