Teruel

Teruel sufre una veintena de reventones de tuberías cada día por culpa de las heladas

Decenas de vecinos tienen problemas de suministro de agua al congelarse las conducciones por efecto de la borrasca Filomena

Teruel
Un viandante observa el agua congelada en la fachada de una casa de Teruel tras romperse la cañería exterior.
Jorge Escudero

Las bajas temperaturas que está registrando la capital turolense, con mínimas nocturnas que en la última semana han llegado a alcanzar los 20 grados bajo cero, están provocando una veintena de roturas de tuberías de agua cada día. Así lo explican desde la empresa que gestiona el abastecimiento a la ciudad, Aguas de Teruel, cuyos responsables señalan que de los más de 30 avisos que están recibiendo diariamente por problemas relacionados con los efectos de la borrasca Filomena, al menos 20 se corresponden con reventones de cañerías.

Decenas de vecinos están teniendo problemas de suministro de agua. En la céntrica calle de San Martín, los inquilinos de un bloque de viviendas en cuya fachada se ha quedado congelada el agua que ha salido de las tuberías tras romperse, mostraban este miércoles su preocupación por la situación. "Llevamos casi 5 días sin agua; nos llega solo a ratos y, entonces, se nos forman goteras en los pisos", relató un vecino. Otra mujer del mismo inmueble, Conchita Pérez, explicó que ella y su familia deben hacer acopio de agua en cuanto baja algo por el grifo, "pero eso es muy incómodo y no podemos seguir así".

La borrasca ya se ha ido, pero los turolenses padecen aún sus consecuencias. Aunque los termómetros de la ciudad estuvieron este miércoles sobre cero prácticamente todo el día, aún quedan calles por las que es peligroso caminar, al haberse helado la nieve. El Ayuntamiento lleva gastados en el operativo de limpieza 140.000 euros.

Los bomberos han realizado en toda la provincia un centenar de actuaciones. La retirada de ramas de árboles, carámbanos o placas de hielo de los tejados ha sido la labor más común, pero también han llevado agua a municipios cuyo sistema de abastecimiento se había congelado y han limpiado accesos a centros de salud, refugios de mascotas y polígonos industriales. También apuntalaron tejados de uralita de aparcamientos de coches y apoyaron a personas que requerían atención sanitaria.

Los alcaldes de Cantavieja y Valderrobres, dos de los municipios más perjudicados por la borrasca que afectó el año pasado a la provincia, ‘Gloria’, no ocultan su escepticismo ante la declaración de Aragón como zona castastrófica tras el paso de Filomena. Ambos advierten de que todavía no han cobrado las ayudas que prometió el Gobierno central parar paliar los daños provocados por Gloria.

"Estamos adelantando el dinero para poder reconstruir el pabellón deportivo que se hundió; si se nos acaba, la obra se parará", advirtió el alcalde de Cantavieja, Ricardo Altabás. Su homólogo de Valderrobres, Carlos Boné, indica que el Ayuntamiento va a iniciar con sus recursos las obras del nuevo polideportivo –también se vino abajo– "porque no se puede esperar más". La Diputación de Teruel, en una valoración "muy preliminar", cuantifica en 20 millones de euros los daños causados por Filomena en la provincia.

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