Teruel

Cien mil firmas se oponen a una tala en 2.500 hectáreas de pinar de la Sierra de Albarracín

La plataforma SOS Montes Universales advierte de un daño irreparable al bosque mientras que el Ayuntamiento de Albarracín dice que saldrá regenerado

Teruel
Troncos de pinos apilados en un camino de la Sierra de Albarracín.
Heraldo

Una tala masiva que se lleva a cabo en la Vega del Tajo, en la Sierra de Albarracín, ha desatado la oposición de un sector de la población de la comarca que, aglutinado en la coordinadora SOS Montes Universales, ha recogido cerca de 100.000 firmas en una plataforma digital para reclamar la paralización de la actuación por su impacto ambiental.

Los promotores de la tala, el Ayuntamiento de Albarracín y la Comunidad de Albarracín, defienden su idoneidad y señalan que cuenta con la autorización del Gobierno aragonés, además de estar prevista dentro del Plan de Ordenación de Recursos Naturales del monte afectado, que se extiende por 2.500 hectáreas.

Los opositores afirman que la tala afecta a un espacio de singular valor natural, es demasiado agresiva y utiliza maquinaria pesada que daña gravemente el suelo. Califican de “desastre” la actuación, porque el bosque “está siendo arrasado”.

La plataforma SOS Montes Universales, que se dirige a la DGA, a la Comunidad de Albarracín y al Ayuntamiento de Albarracín, alerta de daños en el ecosistema por las talas y la alteración del suelo. Pide, además de la cancelación de los trabajos, la restauración de su impacto.

Un portavoz de SOS Montes Universales, Javier Martínez, califica los daños ocasionados de “irreversibles” y muy perjudiciales para la biodiversidad del monte. Agrega que el volumen de madera extraído es “desmesurado”. La plataforma propone la creación de un “equipo neutral” con expertos en la materia que determine las actuaciones a seguir.

La intervención forestal cuenta, no obstante, con la aprobación del Gobierno aragonés y con un informe favorable del Colegio Oficial de Ingenieros de Montes de Aragón. Este último documento señala que el monte de la Vega del Tajo no es una “masa natural” sino el resultado de la intervención del hombre y eliminar las talas alteraría el uso tradicional del bosque.

El Colegio señala que es “perfectamente posible” incrementar la extracción de madera “sin riesgo alguno para la masa forestal ni el ecosistema”. El plan de extracción maderera en marcha está “debidamente justificado e incluso resulta conservador tanto para las posibilidades que ofrece la masa como para la falta de gestión acumulada”. Los ingenieros de montes señalan que la tala mecanizada es viable y aporta “ventajas ambientales y ecológicas” con unos impactos “claramente aceptables”.

El alcalde de Albarracín, Michel Villalta, recalca que la retirada de árboles en curso se ajusta al plan de ordenación de los recursos naturales de la Vega del Tajo y cuenta con todos “los parabienes” del Departamento de Agricultura y Medio Ambiente así como con el seguimiento de los agentes de protección de la naturaleza de la comarca.

Admite, no obstante, que la actuación puede “llamar la atención” por su envergadura así como por la utilización de maquinaria pesada infrecuente en la comarca y cuya actividad es “espectacular”. Afirma, no obstante, que toda la intervención es necesaria para la “regeneración” del bosque al eliminar árboles caídos -en una fuerte nevada registrada en 2018- y pequeños para favorecer el crecimiento de los restantes en un bosque demasiado denso actualmente.

Para Villalta, la valoración de SOS Montes Universales es “apocalíptica” y no se ajusta a la realidad. Tanto desde las administradores promotoras de la tala como desde el Colegio Oficial de Ingenieros de Montes se ofrecieron a celebrar una reunión informativa en la zona para explicar la actuación y sus objetivos. La cita estaba prevista para el pasado día 8, pero se suspendió por las nevadas y se celebrará tras el deshielo.

Las labores silvícolas en curso son ejecutadas por una empresa especializada de Royuela, que paga por el aprovechamiento 15.840 euros más IVA. Desde el Gobierno aragonés aclararon que las cortas no afecta a ningún Lugar de Interés Comunitario y recalcaron que los ingresos se destinan íntegramente al territorio. El 85% corresponde para la entidad propietaria, que es la ciudad y Comunidad de Albarracín, y el 15% restante al fondo de mejoras del propio monte.

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