Teruel

El hombre abatido por la Guardia Civil en Andorra recibió tres disparos y uno de ellos alcanzó al hermano

El padre del fallecido critica la actuación policial en las redes sociales al afirmar que a su hijo "lo han asesinado"

Teruel
Agentes de la Policía Judicial inspeccionan el lugar del suceso.
A. García

Joel García Balaguer, el vecino de Andorra que la tarde del pasado lunes, tras sufrir un brote psicótico, fue abatido en su casa por los disparos de la Guardia Civil, recibió tres impactos de bala en la zona del tórax y el abdomen. Uno de los disparos le atravesó el cuerpo saliendo por la espalda y alcanzando a su hermano, situado detrás de él. El proyectil quedó alojado en la rodilla de este familiar, pero a nivel superficial, de forma que, una vez extraído en el centro de salud de la localidad y revisada la lesión en el hospital Comarcal de Alcañiz, el herido fue dado de alta el mismo día del suceso.

Los tres disparos salieron del arma reglamentaria de uno de los cuatro agentes que acudieron al domicilio de la víctima tras ser avisados por el Servicio de Emergencias 112 de que un hombre se encontraba en actitud muy agresiva amenazando a su familia con un cuchillo y un destornillador. Fuentes próximas a la investigación señalan que el guardia civil que disparó lo hizo al ser atacado repentinamente por el vecino de Andorra, quien con el cuchillo le atravesó la chaqueta de invierno por la parte delantera del hombro. El arma blanca podría haber llegado a afectar la zona pulmonar del agente de no ser por el chaleco antibalas, que frenó la trayectoria de la misma, estiman estas fuentes.

Los hechos sucedieron en el jardín o terraza cubierta de la casa que la víctima, de 30 años de edad, comparte con sus padres y hermanos. Los agentes, junto con dos sanitarios desplazados al lugar, se encontraban en ese espacio y conversaban con Joel -que estaba dentro de la vivienda- a través de una puerta con rejilla, conminándole a que depusiera su actitud agresiva. En un momento dado, tras dos horas de negociación, el joven abrió la puerta y se abalanzó sobre el guardia civil, que repelió la agresión con su arma.

Tras el tiroteo, los sanitarios trataron de reanimar a Joel en la Uvi móvil con la que se desplazaron a la casa de la víctima, pero ya no fue posible salvarle la vida. El padre del joven ha denunciado la actuación policial en las redes sociales asegurando que a su hijo "lo han asesinado unos guardias civiles" que "actuaron como en América". En el momento de los hechos, en la vivienda también se encontraban la madre y la hermana de la víctima, aunque en otra habitación.

La Policía Judicial de Alcañiz realizó este martes la inspección ocular del lugar del suceso durante cuatro horas y comenzó a tomar declaración a los testigos que presenciaron el fallecimiento del joven. Hoy está previsto que continúen las testificaciones en el puesto de la Guardia Civil en Andorra, por el que pasarán los cuatro agentes, los sanitarios y los familiares que estuvieron en la vivienda cuando ocurrieron los hechos.

El suceso ha conmocionado a Andorra, donde se preguntan cómo no fue posible reducir al joven evitando el fatal desenlace. La Asociación Aragonesa Pro Salud Mental (Asapme) en el Bajo Aragón ha declarado este miércoles día de luto en la entidad por el fallecimiento de Joel y en una nota señala que acompaña a la familia en estos duros momentos.

Como en todos los casos en que un agente hace uso de su arma reglamentaria, los Servicios Centrales de la Guardia Civil en Madrid investigarán lo ocurrido en la casa de Joel en Andorra. Por su parte, las asociaciones de guardias civiles AEGC y AUGC reclaman que se provea a los agentes de pistolas eléctricas táser que permitan evitar el uso de armas de fuego en situaciones de peligro como la que desembocó en la muerte del joven andorrano. En un comunicado, señalan que ante situaciones como la vivida en Andorra, con personas con problemas mentales, los agentes no tienen otra forma de respuesta a una agresión que el uso del arma reglamentaria y aseguran que la reivindicación de pistolas táser se inició hace ya casi dos años. Consideran, además, que la respuesta de los agentes fue "proporcionada". Otras fuentes de la investigación indican que el joven llegó a poner el cuchillo en el cuello de su padre mientras los agentes trataban de calmarlo.

M. A. Moreno/L. C.

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