Calamocha avala la sostenibilidad social del matadero porcino de Tönnies
El pleno del Ayuntamiento respalda por unanimidad el proyecto, que generará 1.000 empleos directos en la localidad con una inversión de 75 millones de euros.
El matadero de porcino que la multinacional alemana Tönnies planea construir en Calamocha recibió este martes un nuevo impulso con la aprobación por unanimidad en el pleno del Ayuntamiento de la "sostenibilidad social" del proyecto, un trámite incluido en el procedimiento de la evaluación ambiental que gestiona el Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (Inaga) y que podría resolverse en breve.
El proyecto de Tönnies -líder mundial en el sacrificio, despiece, envasado y distribución de carne de cerdo- comportará una inversión de 75 millones de euros y generará 1.000 empleos directos. La compañía planeaba construir la industria entre 2020 y 2024 en un polígono industrial de Calamocha generando la mayor empresa provincial por el número de trabajadores.
La aprobación del trámite municipal salió adelante por unanimidad en el pleno extraordinario celebrado con el matadero de Tönnies como único punto del orden del día. Los siguientes pasos de esta iniciativa serán, una vez conseguido el visto bueno ambiental, la compra de los solares y la solicitud de la licencia de obras.
Durante el periodo de información pública del proyecto cárnico, que terminó el pasado 29 de septiembre, recibió una sola alegación. La planta prevista sacrificará 625 cerdos por hora, lo que equivale a 10.000 animales al día. Anualmente, a pleno rendimiento, sacrificará 2,4 cerdos, una demanda que estimulará la producción porcina en las granjas de toda la provincia.
La primera teniente de alcalde, Sonia Palacio, explicó que la Corporación considera que el matadero de porcino será "positivo para Calamocha porque generará empleo y contribuirá a mejorar los servicios en la localidad". Palacio considera que el impacto laboral se extenderá a toda la comarca del Jiloca e incluso más lejos.
La concejala apeló, no obstante, a la "prudencia" respecto a este gran proyecto inversor, aunque señaló que, con el acuerdo plenario, ha dado "un paso importante" en su tramitación. La siguiente estación del proyecto será la compra de los terrenos donde está prevista su implantación en el polígono industrial del antiguo aeródromo de Calamocha, que está en el proceso de completar su urbanización con el objetivo de que esté terminada cuando la multinacional alemana se disponga a empezar las obras.
Tönnies mantiene ya negociaciones con el Ayuntamiento para la compra del suelo necesario para su planta de sacrificio, despiece y envasado de carne de cerdo, que precisará de una parcela de 340.000 metros cuadrados. Debido a las grandes dimensiones de la finca requerida, el Consistorio tuvo que llevar a cabo una modificación urbanística porque en el polígono la parcela máxima no podía superar los 30.000 metros cuadrados.
La teniente de alcalde señaló que los planes de Tönnies generan "ilusión" en la localidad porque se considera un proyecto "solido con muchas posibilidades de que salga bien". La iniciativa ha "generado optimismo" en el municipio, que no podrá cubrir la demanda de mano de obra prevista.
El proyecto de Tönnies será de última tecnología y estará automatizado, lo que incluye la utilización de robots durante el proceso productivo. La empresa prevé llevar a cabo la construcción de la planta en cuatro años en el polígono del antiguo aeródromo, cerca de la autovía A-23.
Según recoge el proyecto, la producción de carne fresca se destinará a España y a otros países de la Unión Europea, mientras que los congelados se canalizarán hacia Asia y otras partes del mundo a través de los canales del Grupo Tönnies.
Esta empresa cuenta actualmente con un matadero en explotación en la provincia, en La Mata de Los Olmos, con 37 trabajadores. Esta planta se encuentra en proceso de ampliación con una inversión de dos millones de euros que permitirán reforzar la plantilla hasta los 60 empleados. La firma Tönnies fue noticia en Alemania el pasado junio a raíz de la pandemia, cuando su matadero de Gütersloh registró un brote de coronavirus que afectó al 63% de sus 1.050 obreros.
