El Tribunal Supremo ha confirmado la condena de 21 años de cárcel para Igor el Ruso por los dos homicidios en grado de tentativa y otro delito de tenencia ilícita de armas que cometió en Albalate del Arzobispo el 5 de diciembre de 2017, cuando disparó con una pistola al dueño de un masico y a un cerrajero, solo 9 días antes de perpetrar el triple crimen de Andorra que acabaría con la vida de dos guardias civiles y el ganadero José Luis Iranzo.

La pena, impuesta por la Audiencia de Teruel y ratificada por el Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA), fue recurrida por el procesado, que alegó que el juzgado había vulnerado su derecho de defensa al privarle de la posibilidad de ser asistido en el juicio por el abogado elegido por él. Expuso que no se comunicó al letrado seleccionado su decisión ni se le preguntó a este si aceptaba o no la labor. 

Sin embargo, el alto tribunal considera que no es deber del órgano jurisdiccional llevar a cabo dicho trámite, sino que este es un cometido del acusado. Añade el Supremo que, a fin de cuentas, Igor el Ruso fue defendido por un abogado de oficio sin que haya indicios de que este hiciera mal su trabajo, por lo que no hubo indefensión.

Señala también el Supremo que, si el acusado no estaba de acuerdo con ser asistido por el abogado de oficio, debió comunicarlo antes de la vista oral o durante el desarrollo de la misma, algo que no hizo.