historia

Una cantimplora con historia

Una asociación memorialista busca al soldado que durante la Guerra Civil grabó su nombre en un recipiente metálico encontrado en las Cuencas Mineras.

Cantimplora grabada con el nombre de un soldado de la República descubierta en las Cuencas Mineras.
Cantimplora grabada con el nombre de un soldado de la República descubierta en las Cuencas Mineras.
ARMH

El nombre grabado en una cantimplora de la Guerra Civil encontrada casualmente hace algunos años en las Cuencas Mineras de Teruel, Enrique Álvarez Melero, ha dado pie a un llamamiento a través de las redes sociales para encontrar a la familia de este soldado republicano. La propietaria del recipiente, quien a su vez lo recibió de su padre, contactó con la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) para localizar a los familiares de Álvarez Melero para entregárselo. La mujer señala que "desde hace años" ha intentado buscar al soldado, pero "sin encontrar nada". "Me gustaría que sus descendientes tuviesen, al menos, ese recuerdo", concluye en la nota remitida a la ARMH.

En una cara de la cantimplora aparece el texto "regalo de Enrique Álvarez Melero", mientras que en el reverso figura grabada la leyenda "Ejército Popular Regular. 30 División. Transmisiones". El llamamiento lanzado al ciberespacio con las imágenes del objeto ha dado ya los primeros frutos, con la localización de documentos -aportados por el historiador Gonzalo Berger- que certifican la pertenencia de Enrique Álvarez Melero a la Columna Durruti, formada en Barcelona por la CNT para lanzarla a la conquista de Aragón. Otros informadores y la labor investigadora de la ARMH han desvelado que tres hermanos de este soldado se exiliaron a Francia al terminar la contienda, mientras que del propio grabador no ha aparecido ningún indicio más allá de la Guerra Civil. La investigación apunta a que Enrique Álvarez Melero donó la cantimplora a un militar de la 30 División, que estuvo destinada en la comarca de las Cuencas Mineras y al que perteneció la pieza.

Emilio Silva, de la ARMH, explica que las pesquisas para encontrar a los familiares del soldado que regaló la cantimplora han conducido a la ciudad francesa de Nevers, donde está constatada la presencia de tres hijos de Benito, hermano de Enrique, durante el exilio. Pero la búsqueda ha tropezado con un nuevo inconveniente, Benito y sus tres hijos fallecieron y ahora las averiguaciones se orientan a la localización de sobrinos nietos del militar libertario. 

Enrique Álvarez Melero, soltero, estipuló que los ingresos que recibía como miliciano fueran a parar a su cuñada Isabel Soler, esposa de su hermano Benito. La familia formada por Isabel y Benito y sus hijos intentó partir a México para huir de la II Guerra Mundial pero la salida no fue posible y terminaron estableciéndose en Nevers, donde continúa la búsqueda de parientes de aquel soldado que dejó su nombre grabado en una cantimplora de regalo. 

En una cara de la cantimplora figura la unidad a la que pertenecía el propietario.
En una cara de la cantimplora figura la unidad a la que pertenecía el propietario.
ARMH
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