Caja Rural de Teruel obtuvo 3 millones de beneficios en el pasado ejercicio tras un 2018 sin excedentes

La Caja Rural de Teruel regresó en 2019 a la senda de los beneficios después de que en 2018 fueran consumidos por el refuerzo de la dotación para la cobertura de créditos dudosos, de acuerdo a las normas establecidas por el Banco de España. La situación de la entidad se recuperó el año pasado hasta generar un beneficio de 3,2 millones de euros, y la tendencia se mantiene en 2020, con una beneficio de 3,1 millones a 30 de septiembre y con la previsión de llegar a 3,8 millones al terminar el año, aunque este último dato esta condicionado a la evolución de la pandemia.

La entidad financiera turolense, que ha celebrado este martes su asamblea general ordinaria, mejoró su ratio de solvencia el año pasado hasta alcanzar el 17,65%, un 5,4% por encima de 2018. Los recursos totales de la Caja ascendieron a 1.563 millones de euros, una cifra similar a la de 2018. La morosidad se redujo en 2019 en un 2,33% respecto al año anterior.

El director de la Caja Rural de Teruel, David Gutiérrez, se ha mostrado "satisfecho" de los resultados del pasado ejercicio así como de la evolución de 2020, a pesar del impacto de la covid-19. La caja turolense terminó el año acaparando el 37,45% de los 835 millones de euros de crédito concedidos en la provincia –fue la líder provincial–. Concentró el 27,95% de los depósitos y el 45% de las oficinas bancarias. Gutiérrez ha aclarado que, aunque ha crecido la cuota de la Caja Rural en cuanto a sucursales, no se debe a nuevas aperturas sino a los cierres de la competencia. "La banca cooperativa se está quedando como único servicio financiero en el medio rural", añadió el directivo.

La Caja Rural firmó en 2020 1.057 créditos con la línea ICO habilitada por el Estado para apuntalar la economía frente a los efectos de la covid-19. Con estas cifras, la entidad se convierte en el "referente" para las pymes y autónomos en acceso a la financiación pública frente a la pandemia.

El director general de la Caja Rural ha señalado que la crisis derivada de la pandemia se ha cebado en la provincia con el sector comercial y hostelero. Gutiérrez ha aclarado, no obstante, que la oferta turístico de distintas comarcas ha sobrellevado mejor la crisis que el turismo de playa. Ha añadido que el sector agroalimentario "capea" la situación mejor que otras actividades, con lo que la economía provincial ha recibido un castigo menor que el de otras provincias. A su juicio, el termino que mejor define la situación es "incertidumbre".

El presidente de la Caja Rural, José Cuevas, que ha sido revalidado en el cargo por la asamblea, ha manifestado su "satisfacción" por la evolución de la caja desde que asumió la presidencia en septiembre de 2019 en una situación financiera "delicada". Ha agradecido el trabajo de la plantilla para sanear la entidad. Cuevas ha reconocido que el impacto económico de la pandemia es "tremendo".

La celebración de la asamblea general, aplazada desde el pasado abril con motivo de la irrupción del coronavirus, se ha desarrollado con las máximas cautelas y una asistencia mínima de socios de acuerdo con los criterios marcados con la administración sanitaria. La Caja Rural, que celebra en 2020 los 100 años de su fundación, ha rendido un homenaje a las 15 empresas centenarias de la provincia, aunque no se pudo realizar ningún acto presencial por la pandemia.

Las empresas reconocidas han sido: la pastelería Belenguer de Alcorisa, la librería Espallargas de Alcorisa, el Horno Santa Cristina de Teruel, la farmacia Estevan de Alcañiz, Marchenica de Calanda, la carnicería Salas de Montalbán, la imprenta Perruca de Teruel, la panadería Lop de Castelserás, la funeraria Andrés y Forner de Alcañiz, la farmacia Alcalá de Montalbán, la joyería Tena de Teruel, la ferreteria Falgás de Valderrobres, la farmacia de Mariano Giménez en Teruel, la pastelería Muñoz de Teruel y el comercio textil Ferrán de Teruel.