Educación

‘Vuelta al cole’ en Aguilar del Alfambra tras 30 años sin escuela municipal

La localidad turolense de Aguilar del Alfambra reabre su colegio con cuatro alumnos después de 30 años sin un número suficiente de niños.

El primer alumno de Aguilar del Alfambra en asistir a clase en 30 años.
El primer alumno de Aguilar del Alfambra en asistir a clase en 30 años.
Toni García

El colegio de Aguilar del Alfambra ha recibido a su primer alumno en tres décadas tras el cierre de la escuela municipal por falta de matriculados. La escolarización de una niña de tres años ha conseguido restablecer el servicio educativo de la localidad. 

El Ayuntamiento, junto a la comunidad de vecinos demandaron al Servicio Provincial de Educación la reapertura de las aulas para evitar tener que desplazar a los niños diariamente hasta el centro escolar de Camarillas, situado a cinco kilómetros de Aguilar del Alfambra. Ambas escuelas pertenecen al Colegio Rural Agrupado (CRA) Pablo Antonio Crespo.

El director provincial de Educación, Ángel Gabarda, calificó de «muy buena noticia» la vuelta de la escuela local y señaló que el arraigo de nuevas familias en el municipio se da gracias al buen funcionamiento de una empresa de quesos emplazada en la localidad.

Este municipio de la Comarca Comunidad de Teruel cuenta con 63 habitantes censados y es uno de los cientos de pueblos de la provincia en riesgo de desaparición. La reapertura del colegio de Aguilar no solo supone una alegría para los vecinos, quienes se muestran "muy contentos" con oír de nuevo las risas de los niños, según ha informado el alcalde de Aguilar, Vicente San Francisco; sino que también es un paso importante en la repoblación del municipio, ya que el servicio educativo es fundamental para atraer a nuevos vecinos. La noticia del regreso de la actividad educativa en Aguilar se une al anuncio por parte de Ángel Gabarda de que este año no se cerrará ningún centro escolar en la provincia, sea esto un indicio del cambio en la tendencia del cierre continuo de escuelas en cursos pasados.

Primera clase después de 30 años

El primer alumno en asistir a clase en Aguilar del Alfambra después de tres décadas se llama Amir, un niño de cinco años de ascendencia marroquí cuya familia reside en la localidad. Hasta este año, los padres de Amir y otros dos alumnos más se encargaban de llevar y traer a sus hijos hasta el colegio de Camarillas, una tarea "difícil" de conciliar con el trabajo, según ha comentado el padre de Amir en la salida del colegio. Este primer día de curso solo ha asistido Amir a clase hasta que la semana que viene se incorporen el resto de alumnos que se encuentran en Marruecos visitando a sus familiares.

El aula cedida por el Ayuntamiento se sitúa dentro del propio edificio del Consistorio y se ha habilitado con mesas, sillas y una pizarra para que los cuatro alumnos matriculados este curso puedan aprender con más tranquilidad sin tener que viajar continuamente a Camarillas. Además, el aula se encuentra justo en frente de la biblioteca municipal, por lo que los niños tienen acceso inmediato a los cientos de libros del catálogo. Siguiendo la normativa covid, los materiales didácticos están guardados en bolsas de plástico y se desinfectan tras su uso.

 

Amir también fue quien inauguró los protocolos sanitarios que se han llevado a cabo en este inicio del curso tan atípico. "Se desinfectan los pies antes de entrar y todos van a llevar mascarilla", ha explicado Marta, la profesora encargada de impartir las asignaturas troncales. 

En otros colegios con más afluencia, los menores de seis años no están obligados a ponerse la mascarilla. Sin embargo, en las escuelas rurales muchos alumnos de Educación Infantil comparten aula con los de Primaria, como es el caso de Aguilar del Alfambra, y por ello, se consultó con las familias para que la obligatoriedad de la mascarilla se extendiera a todos los alumnos. 

Desde hace varios años se viene poniendo el foco en los colegios rurales por las ventajas que conllevan en el aprendizaje de los alumnos. Ahora, en plena pandemia por la covid-19, las aulas masificadas no son un problema en las escuelas rurales como la de este municipio ya que la ratio de niños por clase no suele ser muy elevada. "Aquí este año con cuatro alumnos estoy más tranquila", ha dicho con alivio Marta.

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